Miguel Enrique Aguirre, un hombre de 68 años, fue asesinado de un balazo en la localidad de Glew, tras enfrentarse a dos ladrones que quisieron asaltar su casa. Hacia las 8:30 de la mañana de ayer, la víctima se preparaba para salir de su vivienda, cuando escuchó ruidos sospechosos en el patio. Tomó su arma y salió sin sospechar que todo iba a terminar de la peor manera.
El crimen fue cometido ayer por la mañana en la calle Raúl Soldi al 800, casi esquina Gustavo Adolfo Bécquer. Mientras conversaba con su mujer, Aguirre notó que algo raro pasaba y pese a la advertencia de su esposa para que no se acercara, tomó el arma y salió para enfrentar a los delincuentes. De un momento a otro se escucharon varios tiros y con esto vino el peor final: Miguel recibió un tiro, murió y los maleantes escaparon.
El hombre era comerciante. Tenía un negocio de venta de muebles, electrodomésticos, bazar, juguetería, artículos para bebés y otros productos en Guernica. Según trascendió, el viernes último, Aguirre ya había sido víctima de otro hecho de inseguridad. Ladrones entraron a robar y le mataron al perro.
"Él vivía acá de toda la vida, tiene dos hijas. Lo que nos contaron fue que se le metieron dos tipos en el jardín por el fondo del terreno y lo esperaron a que saliera. Estimamos que la intención era robarle o metérsele en la casa. Él estaba con la esposa, que le pedía que por favor no saliera, que tuviera cuidado. Pero el hombre salió igual y cuando apareció con el revólver por el parque, lo asesinaron. Quedó tirado en la galería. Se escucharon hasta nueve balazos", contó un vecino al diario Clarín.
La Policía Científica trabajó en el lugar en busca de pistas, mientras se esperaba por el resultado de la autopsia para verificar el calibre del arma con la que mataron al hombre. Los fiscales Carlos Baccini y Gerardo Mohoraz -de la UFI N° 15 de Lomas de Zamora- le tomaron testimonio a la esposa. Lo cierto es que por el momento, no hay detenidos.