El telón de América se abre bajo la sombra de corrupción en la FIFA

El mundo mirará con lupa desde el jueves el desarrollo de la Copa América, organizado por la Conmebol, máximo organismo del fútbol sudamericano cuyo nombre quedó marcado por el escándalo. Las estrellas, pese a todo, buscarán brillar

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 Reuters 162
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En algún hotel de Santiago, la capital de Chile, al pie de los Andes, un grupo de hombres de traje y corbata logrará lo que ni siquiera Cristiano Ronaldo ha conseguido hacer: robarle reflectores a Lionel Messi.


La Copa América comienza el próxima jueves en Chile y ni la presencia de Messi, Neymar, James Rodríguez y otras luminarias alcanzará para barrer bajo la alfombra el peor escándalo de corrupción en la historia de la FIFA, que tiene como protagonistas a varios jerarcas del fútbol sudamericano, incluyendo a Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, recordó AP.


Directa o indirectamente, los diez países integrantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) fueron salpicados por las acusaciones de sobornos, crimen organizado y otros delitos que el Departamento de Justicia estadounidense presentó contra catorce personas, entre ellas dos expresidentes de la organización. El anuncio de la investigación generó un corre-corre entre los líderes de las federaciones, que saltaron a defender sus gestiones y a cantar su inocencia, y además puso en marcha todo tipo de auditorías internas e investigaciones de los gobiernos de la región.


Cada paso de los dirigentes de la Conmebol, hasta ahora parcos en sus explicaciones sobre el papel de organismo en las tramas de sobornos, será tan marcado como una finta de James Rodríguez o un slalon de Neymar.


"La pelota nunca se mancha", proclamó el delantero de la selección anfitriona Mauricio Pinilla, con la esperanza de que, en medio de una crisis que crece día a día y le costó la cabeza al mismísimo presidente de la FIFA Joseph Blatter, las acciones sobre el césped finalmente acaparen la atención. "El espectáculo siempre tiene que brillar".


Si se trata de brillo, basta con echar un vistazo a la final de la Liga de Campeones de Europa del sábado, entre Barcelona y Juventus de Turín para encontrar a varios superdotados que, a partir del próximo jueves, jugarán con sus selecciones en nueve estadios en Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, La Serena, Antofagasta, Rancagua, Concepción y Temuco.


Messi (Argentina), Javier Mascherano (Argentina), Carlos Tevez (Argentina), Neymar (Brasil), Arturo Vidal (Chile) y Claudio Bravo (Chile) estuvieron en la cancha del estadio Olímpico de Berlín para el duelo por la corona europea de clubes. Todos tuvieron luego que abordar aviones pocas horas después para viajar al otro lado del mundo, donde les esperan sus respectivas selecciones.


Quien no tuvo que hacer el viaje fue el delantero uruguayo Luis Suárez, una de las estrellas del Barcelona, que se perderá la Copa América por la sanción que arrastra por morder a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil 2014. La celeste, líder histórica con 15 títulos, tendrá que defender la corona que conquistó hace cuatro años en Argentina sin su mejor jugador, un genio capaz de ganar un partido con sus goles o de estropearlo con sus arrebatos.


"Nunca somos favoritos, nunca nos toman como favoritos. Siempre aparecemos de atrás, calladitos, no decimos nada, y llegamos a las finales", comentó el volante charrúa Egidio Arévalo Ríos.


La final es una obligación para la Argentina de Messi y el Brasil de Neymar, dos estrellas que todavía no ganan un gran título con sus selecciones y que salieron tocados de la pasada Copa del Mundo. La albiceleste perdió la final ante Alemania, el mismo equipo que humilló a la verdeamarela en las semifinales, un partido en el que Neymar no jugó tras sufrir una fractura de vértebra en los cuartos de final frente a Colombia.


Argentina tiene 14 trofeos de América, pero ninguno desde 1993, la última vez que conquistó un título de fuste.


"Tener a Messi es un lujo y un privilegio que los argentinos tenemos que disfrutar. Es el mejor de todos, por eso, hay que hacer una buena Copa América y ganarla", comentó el zaguero argentino Ezequiel Garay.


A su vez, James Rodríguez, máximo goleador de Brasil 2014 y la gran figura de la selección colombiana tras una temporada de consagración con el Real Madrid, esta vez contará con un escudero de lujo como Radamel Falcao, el ariete que se perdió la cita mundialista por una lesión de rodilla. "El Tigre" viene de una mala campaña con Manchester United, pero su presencia debe ayudar.


"Tenemos muy buenos delanteros en un gran momento", señaló el entrenador de Colombia, el argentino José Pekerman. "Hay que demostrar en el campo de juego lo que hicimos en el Mundial".


Chile también tuvo un destacado Mundial, en el que cayó ante Brasil en una definición por penales en los octavos de final, y el torneo en su patio es su mejor oportunidad para salir de la lista de las tres selecciones que nunca han ganado la corona. Las otras dos son Venezuela y Ecuador.


El equipo de Jorge Sampaoli cuenta con una generación dorada, encabezada por Arturo Vidal y Alexis Sánchez, quien viene de una excelente primera campaña con Arsenal en la Premier League.


"En el grupo hay jugadores que se están consolidando bien y otros que hay que preparar, pero convivimos con una generación de futbolistas fantástica", consideró Sampaoli.


México, invitado de la CONCACAF desde 1993, llega al torneo con una selección alternativa, en la que destaca el veterano Rafael Márquez, ya que reservó a sus principales figuras como Javier "Chicharito" Hernández y Carlos Vela para encarar la Copa de Oro en julio.


Todos ellos luchan por estar en la final, el 4 de julio, en el Estadio Nacional de Santiago. Lamentablemente, la corrupción sobrevolará el espectáculo.