El moderno edificio de la Conmebol, ¿escondite perfecto para los negociados?

La sede de la asociación sudamericana en Asunción cuenta con inmunidad diplomática, lo que impide, entre otras cosas, su registro o allanamiento. Resulta sospechoso que Paraguay fuera elegida como sede permanente de la Conmebol cuando es un país que sigue sin tener vuelos directos a Estados Unidos o Europa

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Como muchos de los imputados por la Justicia estadounidense en el escándalo de corrupción de la FIFA son directivos sudamericanos del fútbol que han ocupado puestos influyentes en la Conmebol, las sospechas ya han llegado al Poder Legislativo paraguayo.

"Ahora algunos nos damos cuenta de que esa inmunidad se aprobó para proteger las irregularidades", aseguró a EFE el diputado Hugo Rubín, del partido Encuentro Nacional, de centro izquierda.

La inmunidad de la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol fue aprobada en 1997, cuando el Congreso sancionó una ley que dota al edificio de un rango similar al de una embajada, explicó Rubín.

Esto fue siete años después de que la Conmebol estableciera en los estatutos que la sede permanente del organismo sería trasladada de Lima a Asunción. Así, el 23 de enero de 1998, es decir un año después de haberse aprobado la inmunidad por el Congreso paraguayo, la Conmebol inauguró el predio, situado en el distrito de Luque, en la Gran Asunción.

Para el diputado Rubín, resulta sospechoso que Paraguay fuera elegida como sede permanente de la Conmebol cuando es un país que sigue sin tener vuelos directos a Estados Unidos o Europa. Recordó que antes de instalarse en Asunción, la sede de la Conmebol estaba en Lima, donde, según Rubín, posiblemente no hubiera conseguido tal inmunidad.

"Ni la FIFA tiene ese estatus, todo el edificio (de la Conmebol) goza de inviolabilidad. No tiene sentido que la Justicia paraguaya no pueda investigar", puntualizó Rubín, quien hoy presentó un proyecto de ley para derogar ese privilegio.

La Justicia de EEUU acusó a 14 dirigentes y empresarios por cargos de sobornos, conspiración y lavado de dinero por los contratos de la Federación Internacional de Fútbol desde los años 90.