Camila, la última expulsada: "Gran Hermano no me dejó nada bueno"

"¿Te dejó algo buena la casa?", le preguntaron a Camila este viernes en Intrusos, dos días después de haber sido expulsada de Gran Hermano y ella no supo que contestar. "No me dejó nada bueno", dijo finalmente alegando que su personalidad se potenció dentro del encierro.

"Mi personalidad no tiene nada que ver con lo que me pasó", manifestó. Su historia de vida es fuerte: ella y su hermana fueron violadas cuando tenían 15 años.

"Yo no entré en la casa para contar mi historia sino para decir que se puede superar", continuó afirmando que no nunca quiso encasillarse a su pasado. "No tuve terapia en mi vida", agregó y luego aclaró: "Tuvimos una contención, tuvimos que ir al psicólogo, pero yo sentía que no me servía y lo dejé".

Su caso fue muy mediático y evidentemente eso lo jugó en contra: "Al principio hice como que no pasaba nada. Había cámaras en casa, estaba en todos los diarios, dejé de ir por un tiempo al colegio".

Cuando le preguntaron cómo fue tener relaciones luego del siniestro, respondió: "Al principio es fuerte, pero después la vida sigue". Luego dijo, segura: "Lo peor que me pasó en la vida fue la muerte de mi abuelo", y contó que la situación en que falleció hizo que sea un hecho mucho más traumático que la violación.

Dentro de la casa, ella eligió no basarse su juego en su pasado: "Francisco decía: 'tiene que contar'. ¿Por qué te tengo que contar?". Luego agregó: "Yo siento que lo tengo masticado el tema". Por último, ya afuera de Gran Hermano, arriesgó quién –para ella- ganará la competencia: "A Brian lo veo muy en punta"