A un mes del cierre de listas, se recalienta la interna del FIT

En duros términos, el PO rechazó el ofrecimiento del PTS de bajar sus precandidatos y ratificó que disputará las PASO. El acuerdo de rotación de bancas previsto en el frente, clave de la disputa

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 Nicolás Stulberg 162
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En una nota publicada en el periódico partidario Prensa Obrera, el Partido Obrero (PO) ratificó que participará de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), rechazando con duros términos la propuesta del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), que luego de lanzar una fórmula propia en octubre pasado, volvió sobre sus pasos e impulsaba una fórmula única. El artículo acusa a sus socios de FIT de "chantaje" y afirma que con el cambio de postura, el PTS busca "proscribir" al PO en Mendoza y "usurpar" la banca que hoy está en manos de Nicolás del Caño.


El histórico dirigente trotskista Jorge Altamira fue nominado precandidato a la presidencia por el PO, acompañado en la fórmula por Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista. Del otro lado, el diputado mendocino Nicolás del Caño había sido anunciado como precandidato presidencial en octubre pasado, pero días atrás ofreció deponer sus pretensiones y permanecer en su puesto como diputado. Y allí radica la clave de la disputa que por estos días agita los ánimos de la izquierda trotskista.


Cuando en 2011 se conformó el Frente de Izquierda y los Trabajadores, las diferentes fuerzas se comprometieron con un mecanismo de rotación en los puestos de modo que las bancas conseguidas fueran ocupadas, durante los cuatro años que dura el mandato, sucesivamente por dirigentes de las tres fuerzas que componen el frente, y los renunciantes volvieran a disputar los cargos.


Ahora, el PTS, que debe entregar la banca de Del Caño a Soledad Sosa, del PO, se resiste a cumplir, y ofrece como prenda de cambio que Néstor Pitrola, diputado por Buenos Aires, tampoco entregue la suya. Pero la propuesta del PTS tiene su trampa.


Sucede que en Mendoza estarán en juego sólo cinco bancas de Diputados, mientras que en Buenos Aires serán 35 los asientos en disputa. Es decir que incluso con el muy buen resultado que obtuvo en las elecciones locales, el FIT no tiene asegurada la renovación de la banca mendocina. Por ello, si cumple con el acuerdo y renuncia a su banca, Del Caño se enfrentará a un futuro incierto: la ley electoral impide competir en dos categorías nacionales, por lo que debería optar por la precandidatura presidencial o la precandidatura a diputado, puesto que de ningún modo tiene asegurado.


El caso de Pitrola es diferente: con más bancas en juego, el FIT tiene en territorio bonaerense más chances de alzarse con un escaño. En pocos días, el ex dirigente piquetero dejará su banca en manos de Myriam Bregman, y se lanzará a una doble campaña: buscará nuevamente un asiento en la Cámara baja y competirá contra Christian Castillo por la candidatura a gobernador de Buenos Aires -el impedimento para disputar dos categorías simultáneamente que impone la ley electoral se aplica sólo a cargos nacionales, por lo que Pitrola está habilitado para dar ambas batallas a la vez-.


Si bien los ánimos parecen caldeados dentro del FIT, por el momento nadie habla de ruptura. Cuando falta menos de un mes para el 22 de junio, fecha en que cierra la inscripción de listas, las aguas de la izquierda lucen turbulentas, pero nadie quiere ver el barco naufragar.