Un triunfo tan festejado como lógico: Racing es muy superior

La verdad, y sabiendo que quien suscribe a criticado a Diego Cocca, este Racing es un equipo ENORME. Así, con mayúscula. Puede ganar o perder. Puede jugar bien o mal. Puede defenderse cerca de su área o ir en búsqueda del partido. Pero a esta altura nada ni nadie puede objetar 'algo' sobre este equipo. Salió campeón, está en Cuartos de la Copa Libertadores y en menos de un año ya le ganó al resto de los grandes.

Y en el 'Estadio Único de Avellaneda' hizo lo que faltaba a nivel oficial (ya lo había derrotado en el verano): ganarle a Independiente. Más allá que la cabeza de todos está en el compromiso del jueves ante Guaraní, Cocca decidió jugar el partido más importante del campeonato con todos los titulares. Y la realidad marca que nuevamente volvió a tener una decisión acertada: Racing ganó, jugó bien, se reencontró con sí mismo, no tuvo lesionados de gravedad y llega a este cruce con los paraguayos envalentonado y con un estado anímico que seguramente suplirá la merma física.

A la hora de analizar el partido en sí, el comentario es tan escueto como inmensa fue la superioridad. La victoria fue justa; pero el 1-0 quedó corto, ya que Racing hizo los méritos como para golear. Fue muy superior durante los 90 minutos y mostró los atributos que identifican al campeón: solidez, orden táctico, personalidad, equilibrio, rapidez, prolijidad a la hora de manejar la pelota.

Igualmente, en este contexto, los dos períodos tienen aristas distintas. En la primera parte, hubo superioridad desde la tenencia y las chances claras de gol; mientras que en el complemento se cedió el terreno y el balón, apostando al contragolpe rápido. Y allí, hubo espacios y situaciones muy claras. Sobre esto último, vale destacar que ésta es la forma cuando se decide entregar al pelota. ¿Qué se quiere decir? En Paraguay, por ejemplo, se defendió muy cerca del arco propio; mientras que en el clásico, esto no sucedió, sino que la presión comenzaba cuando Independiente pasaba mitad de cancha. Esto es lo que hay que hacer. Esto es lo que ejecutaba a la perfección el equipo que se consagró.

En definitiva, fue un clásico sin equivalencias, ante un adversario muy 'pobre'. Racing es un equipo con identidad, confiable, que funciona como tal y tiene grandes individualidades. Independiente, todo lo contrario. Entonces, el triunfo es lógico, esperado. El campeón es muy superior a los vecinos. Y esto, quedó bien en manifiesto.

Tal vez, la historia hubiera sido distinta si la AFA le aprobaba el irrisorio pedido del artículo 225 por Mancuello y podía jugar el clásico. El capitán es el nuevo ídolo de los hinchas, cuya máxima celebración en los últimos años fue un gol que éste le hizo a la poderosa Selección de... ¡El Salvador!. ¿Ah, jugó? Perdón.

Además, cuenta con la enorme ventaja de tener al mejor de todos. Al futbolista de mayor jerarquía que juega por estos tiempos en el Continente americano. ¿Hace falta decir que se habla de Diego Milito? Con él, todo es posible. Su figura es inmensa. Nuevamente fue lo más destacado de un partido que tuvo muchos 'puntos altos'. Hace todo bien, aún en inferioridad de condiciones físicas. ¡Gracias "Rey!

Ahora, a pensar en Guaraní, un partido complicado. Sin dudas, el camino para seguir en la Copa es éste. Presión alta, vocación ofensiva y solidez. Estamos a un triunfo por dos goles de seguir haciendo historia. Este equipo devolvió a Racing al lugar que se merece. Emociona ver el compromiso que muestran. Se confía en un grupo de jugadores (y el técnico) que ha sabido aparecer en las difíciles. Ellos nos devolvieron los sueños. También son conscientes que todos los hinchas de Racing estamos ilusionados con esta Copa. Por lo tanto, dejarán la vida, algo que hacen habitualmente.

¿Podemos? Claro que podemos...