Con la posibilidad de escala a la cima, al menos hasta mañana que se presenta Boca frente a Aldosivi, Rosario Central recibió a Lanús en el estadio Dr. Lisandro de la Torre. Con la notable delantera compuesta por Marco Ruben y Franco Cervi, el "Canalla" salió a buscar el golpe de entrada.
El emotivo marco que rodeó al Gigante de Arroyito fue parte del espectáculo habitual que decora la casa del equipo de Eduardo Coudet, aunque ese aliento ensordecedor estuvo cerca de callarse cuando Jorge Valdez Chamorro impactó un cabezazo que hizo lucir a Mauricio Caranta. Si bien el dominio era local, la primera amenaza la provocó el "Granate".
A los 25 minutos de la primera parte, una aparición de Oscar Junior Benítez confirmó la peor noticia para la "Academia": 1 a 0. El de Adrogué se adueñó de una pelota y definió suave ante la salida del ex arquero de Instituto. Sin dudas, el panorama no era el esperado para el "Chacho".
La desesperación por la caída obligó al entrenador a enviar a la cancha a Franco NIell y César Delgado, ya que la carencia de creatividad atentaba contra el abastecimiento de sus delanteros más peligrosos. Por lo tanto, el juego del "Chelito" fue fundamental para gestar el circuito ofensivo local.
El desenlace del duelo fue a pura emoción. La polémica decisión de Patricio Loustau, de sancionar una supuesta infracción de Carlos Araujo adentro del área, le permitió al ex River sellar el 1 a 1. Si bien la intención de los rosarinos era la de sumar de a tres para subirse a lo más alto de las posiciones, el punto no le debe sentar tan mal, ya que de no ser por el grosero error arbitral, la victoria se hubiese ido para Buenos Aires. El trabajo de Fernando Monetti, junto con la solidez de la zaga central y la inteligencia de Guillermo Barros Schelotto, fue el aspecto fundamental para abortar todos los intentos del "Canalla". Por lo tanto, la repartición de puntos no conformó a ninguno.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com