Cansados de la violencia, estudiantes echan a guerrilleros de una universidad en Colombia

Unos 10 encapuchados pretendían ingresar al edificio para guardar explosivos y mantenerse ocultos de la Policía. "¡Fuera de aquí!", gritaron profesores y alumnos, que bloquearon las puertas. VIDEO

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"¡Nos respetan! ¡Fuera de acá!", le dice un estudiante a los más de 10 encapuchados que se disponían a entrar al Conservatorio de Música de la Universidad Nacional en Bogotá tras provocar un choque con la Policía en las inmediaciones del complejo. En ese momento, una profesora se ubicó frente a los violentos para defender a sus alumnos y les pidió que no ingresaran mientras los jóvenes permanecieran en el sitio.

Según testimonios de los estudiantes, el edificio ha sido el lugar donde encapuchados guardan sus explosivos cuando organizan manifestaciones antigubernamentales que terminan en disturbios. Fuentes cercanas a la investigación contaron al diario El Tiempo que los jóvenes con el rostro oculto conforman un grupo simpatizante de la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional).

En otra de las filmaciones, realizada desde adentro del edificio, se aprecia cómo los encapuchados se retiran cuando les gritan "¡Fuera de aquí!". Llevaban ropa negra y usaban máscaras antigases.

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Los disturbios, que involucraron al menos 40 encapuchados y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), se prolongaron por tres horas en la Universidad Nacional y fue catalogado por las autoridades como el más grave de los últimos años.

Una de las razones tiene que ver con el número de "papas bomba" que fueron halladas, algunas aún sin detonar. En cálculos de la Policía, los encapuchados lanzaron al menos 400; y otras 780 bombas que reposaban en dos cajas fueron encontradas en las instalaciones de la universidad.

Las "papas bomba" estaban compuestas por pólvora negra, azufre y el respectivo mecanismo de inicio, lo que produjo varios daños a casas aledañas al sector, a diferencia de otras confrontaciones en las que los lesionados terminan siendo únicamente miembros de la Fuerza Pública.

"Hicieron las papas más grandes y con mayor poder. En un edificio de 10 pisos, tumbaron vidrios hasta del sexto. La onda explosiva fue mucho mayor", explicó el coronel Oscar Pinzón, comandante operativo de la Policía de Bogotá.