Caso Chiara: ¿la familia del novio practicaba ritos umbandas?

Elementos utilizados para hacer macumbas fueron hallados en la casa de la madre del padrastro de Manuel. El chico confesó el crimen e intentó desligar a la familia, pero los investigadores no le creen

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La investigación por el crimen de Chiara Páez (14), la chica hallada asesinada y enterrada en un pozo en la casa de su novio, en la localidad de Rufino, Santa Fe, se abrió camino hacia una nueva pista. Ayer, tras un allanamiento, fueron hallados elementos vinculados a ritos satánicos en la vivienda de la madre del padrastro de Manuel (16), quien confesó el crimen de la adolescente.


La madre del chico, Carolina Gallegos, como el padrastro del chico, Carlos Cerrato, están imputados como partícipes necesarios del asesinato. El lunes, la jueza podría dictar la prisión preventiva de los tres.


Fuentes judiciales informaron que la policía santafesina incautó "diversos elementos relacionados con lo que se conoce popularmente como macumba", en un allanamiento ordenado por el fiscal Mauricio Clavero en la casa de la madre del hombre de 43 años.


"Tenemos testimonios que hablan de que la madre del menor practicaba religiones oscuras. En la propiedad de la madre del padrastro se secuestraron polvos en frascos, yuyos y otros elementos que la propietaria reconoció que eran utilizados para prácticas de su culto. Ahora serán analizados", indicó una fuente de la investigación al diario Perfil.


Las fuentes precisaron que los investigadores tratan de establecer si esos elementos vinculados a ritos satánicos o umbandas fueron utilizados o no para perpetrar el homicidio de la adolescente de 14 años. Además, serán analizados cinco teléfonos celulares de la casa del imputado.


En tanto, el fiscal Clavero informó que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía provincial continúa investigando al padre del adolescente de 16 años que confesó ser el autor del homicidio.


El funcionario judicial dijo que a través de esa medida se trata de determinar en qué circunstancias el sargento Rubén Mansilla decidió entregar a su hijo a las autoridades y cómo fue su participación junto con su compañero de patrulla del operativo de rastrillaje para buscar a la adolescente durante la madrugada del domingo. "No se lo ha conminado a declarar en el sentido de que se le haya atribuido un hecho delictivo, sino que se encuentra sospechado", dijo en declaraciones radiales.


El fiscal Clavero destacó que Mansilla "prestó colaboración con todo lo que se le solicitó" e indicó que tanto al uniformado como al agente que lo acompañaba se le secuestraron los celulares. En este sentido, el fiscal aclaró que ambos teléfonos móviles fueron entregados "voluntariamente" por sus propietarios. Otras fuentes judiciales informaron que también será citado a declarar el agente que acompañaba a Mansilla en el móvil policial la madrugada del domingo.


El joven que confesó el crimen de la adolescente continuaba a disposición del juez de Menores de Venado Tuerto, Javier Prado, mientras su madre y su padrastro permanecían detenidos en la

Unidad Regional XVIII de Melincué.


El jueves, el fiscal Clavero imputó a la pareja como partícipes necesarios del crimen de Páez por los delitos de homicidio agravado por el vínculo, femicidio y aborto no consentido, dado que la adolescente cursaba un embarazo de ocho semanas. La situación procesal de la pareja se complicó tras el hallazgo de prendas con sangre en la casa del barrio Jardín, donde la adolescente fue encontrada enterrada.


El miércoles, el fiscal Clavero dispuso que recuperen la libertad los abuelos maternos del novio de la adolescente, por considerar que no existían pruebas suficientes ni testimonios que los relacionen con el crimen.


En tanto, la jueza de la Investigación Penal Preparatoria de Rufino, Lorena Garini, tiene plazo hasta el lunes para definir si acepta o no el pedido de prisión preventiva para la madre y el padrastro del joven acusado, que solicitó la Fiscalía.