Neuquén: su mujer le pidió el divorcio, le disparó en la nuca y luego se suicidó

"Mi marido me disparó y después se pegó un tiro", alcanzó a decirle la víctima a dos empleadas que habían ido a limpiar su departamento antes de caer desmayada

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Denise Pervanas

, una médica de 42 años, recibió un disparo en la nuca por parte de su pareja luego de plantearle que quería el divorcio. Tras el ataque, el agresor se suicidó de un tiro en la cabeza. La víctima evoluciona de forma favorable y hasta pudo escribir para comunicarse, según confirmó el director del hospital neuquino Castro Rendón.


El tiro, efectuado por su marido, Juan Calveiras, ingresó por la nuca y estalló en la segunda vértebra y finalmente se alojó en la mandíbula. El médico detalló que la paciente está lúcida, conectada con su entorno y que se comunica mediante escritura, ya que permanece intubada. Los médicos ahora se enfocan en tratar un importante hematoma que le provocó el balazo.


El drama se desató ayer en un departamento en pleno centro de la capital. Tras una discusión, el hombre sacó un revólver calibre 38 y le apuntó a su esposa. La mujer se dio vuelta para correr pero la bala llegó a impactarla. En ese momento, el agresor se pegó un tiro y perdió la vida.


Tambaleando, casi sin fuerzas y ensangrentada, alcanzó a abrir la puerta y se encontró con dos empelados que venían para limpiar el departamento. "Mi marido me disparó y después se pegó un tiro", les dijo la mujer antes de perder completamente el conocimiento.


Calveira (49) y Denise. ambos médicos, residían en un departamento temporario ubicado en la calle Brown al 1000 porque la mujer había sido sometida a una cirugía estética y tenía que quedarse unos días más para los controles. Ambos habían llegado procedentes de San Martín de los Andes, donde trabajaban. Él, en el hospital público y ella, en la Policía.

El fiscal que interviene en el caso, Gustavo Mastracci, es cauto. Primero quiere establecer cómo fue la secuencia de los disparos y si fue una sola persona -como parece a simple vista- la que manipuló el arma. Por eso ordenó una primera medida que es la del barrido electrónico en las manos de Calveira y Pervanas. También espera tomar declaraciones a otras personas que asistieron a la mujer, como médicos y camilleros, para tratar de desentramar el drama.