Independiente mereció más, pero... ¿es el mismo Boca que se quejó por la mala actuación del árbitro ante River?

No es para criticar a Trucco, sino para demostrar que Boca coloca siempre la balanza arbitral para el lado que le conviene. Independiente empató porque erró -una vez más- demasiadas chances, pero también hubo fallas lógicas de cualquier juez que esta vez le fueron en contra. Ahora, una sola cosa: el domingo a conseguir los tres puntos de todos los años

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Durante la última semana, se expandió el descontento extremo de los hinchas de Boca por la (mala, por cierto) actuación de Delfino contra River. Ahora, en un partido sin grandes polémicas, la balanza arbitral se inclinó para su lado. Esto no significa que exista una queja por nuestro lado, los jueces deben tomar decisiones en segundos y eso ocasiona que tengan errores. Más bien, la intención es dejar expuesto que en La Boca reciben más favores que disgustos por parte de los hombres de negro.


Silvio Trucco le sacó la primera amarilla a Mancuello (bien expulsado luego) por una simple queja que se da en cualquier sector de la cancha. ¿Le hubiese mostrado esa tarjeta a Gago? Es la pregunta que decanta. Además, debió ser más puntilloso con la 'cartulina' a Castellani por el patadón a nuestro capitán.

No es para criticar a Trucco, sino para demostrar que Boca coloca siempre la balanza arbitral para el lado que le conviene. Independiente empató porque erró -una vez más- demasiadas chances, pero también hubo fallas lógicas de cualquier juez que esta vez le fueron en contra. Ahora, una sola cosa: el domingo a conseguir los tres puntos de todos los años

¿Más? Ni siquiera contempló la posibilidad de penal (¿estamos seguros que no fue?) a Albertengo por parte de Burdisso. Eso sin mencionar que el lateral que exige 'Mancu' es dudoso y que César Meli se vistió de árbitro en varias ocasiones del encuentro.

No es para criticar a Trucco, sino para demostrar que Boca coloca siempre la balanza arbitral para el lado que le conviene. Independiente empató porque erró -una vez más- demasiadas chances, pero también hubo fallas lógicas de cualquier juez que esta vez le fueron en contra. Ahora, una sola cosa: el domingo a conseguir los tres puntos de todos los años

Pero, repetimos, la culpa en este caso fue de Independiente: los partidos que merece ganar los pierde o empata. Hace seis ya que no se impone (siete si se contempla la Copa Argentina) y en la mayoría de ellos tendría que haber sumado de a tres si no era por dos factores fundamentales: la displicencia en ataque y la desidia en defensa.


Martín Benítez no termina una bien. A Mancuello esta vez se le desataron las zapatillas de Michael Jordan que descolgó del cable y le dieron poderes sobrenaturales. Pizzini está lejos de ser el puntero que hizo buena tarea el año pasado. Sólo se salvó Pisano. Casualmente, el más criticado siempre por Almirón, que cada vez está más errático en los detalles finos que pueden sacar una victoria o llevarlo, como en la mayoría de los partidos, a no hacerlo.


¿En defensa? Diego Rodríguez siempre comienza con un gol adentro y la demostración más fiel de eso es que sólo terminó con el arco en cero contra Arsenal y Argentinos (2 partidos de 12). Está claro que no tiene grandes errores, pero jamás salva las papas. También hay que recaer en los defensores, que se sacan número para fallar: Victorino soñará con Burdisso y la cancha mojada –¿no nos perjudica inundar el campo?–; mientras que Breitenbruch y Tagliafico se turnaron en cada tiempo para ser una pesadilla.


En fin, lo importante ahora es que la próxima semana consigamos los tres puntos de siempre y sigamos estirando la brecha en el clásico más desparejo del país.