El gigante entre los yates que marca la diferencia en el mar

Su exterior es cálido y amigable. La idea de almorzar al aire libre, cenar bajo las estrellas o tomar sol con la tranquilidad del océano es, por excelencia, el plan soñado por cualquier persona. El Loretta Anne es uno de los yates a motor que ofrece el prestigioso astillero neozelandés Alloy Yachts, aunque sus detalles lo diferencian del resto, ya que no pasa desapercibido ni es uno más. Con sus 47 metros, se erige como el exponente más grande de toda la tropa.

En el interior, cuenta con cuatro cuartos de huéspedes que acompañan la habitación principal. Ofrece además un gimnasio y un flying bridge que también hace las veces de espacio descubierto o deck. También cuenta con confortables sillones, un jacuzzi y todos las comodidades que aseguran que todos los tripulantes vivan una navegación gratificante.

Loretta Anne está equipado con dos motores Caterpillar C32D que entregan 1.600 hp. Su velocidad crucero es de 14, 5 nudos y su velocidad máxima, de 17. Tiene un bajo calado de 2.21 metros, ideal para la poca profundidad de las aguas del Caribe (la embarcación descansa en un puerto en Las Bahamas).

El barco, indiscutidamente, ostenta líneas frescas y modernas. El diseño es atemporal combinado con eficiencia y deportividad de primer nivel. La paleta de colores del casco es bien clásica –con tonos en dorado y azul marino– y se complementa con las curvas modernas de su silueta.

El interior fue delineado y terminado por el reconocido diseñador de yachts Donald Starkey y es un poco más informal que el exterior, aunque ambos no dejan de complementarse y brindar una atmósfera que es contemporánea y clásica a la vez. Starkey explicó: "Volqué toda mi experiencia en Loretta Anne, construido especialmente para disfrutar con la familia. Por eso quise que reflejara la calidez de un hogar y que además estuviera a la altura de los estándares más exigentes de calidad".