Preocupación en el peronismo tras las primarias porteñas

El kirchnerismo todavía busca responsables por el papelón del festejo en las elecciones de la Ciudad. Inquietud por la veracidad de las encuestas oficialistas. La confianza macrista y el dilema llamado Sergio Massa

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 Adrián Escandar 162
Adrián Escandar 162

Si hay algo de lo que el peronismo entiende es de poder. Y de cómo retenerlo. Por eso sus dirigentes se interesaron especialmente en saber qué fue lo que pasó en la noche del domingo en la Ciudad de Buenos Aires, donde por orden directa de Carlos Zannini la dirigencia del Frente para la Victoria (FpV) se hizo presente en el NH Tango para festejar la "recuperación" del segundo lugar en las primarias que, ya sabemos, no fue tal.

?El papelón tiene un funcionario y una oficina responsables: Oscar Parrilli mandó a hacer encuestas en la recientemente estrenada Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que a mediodía le entregó una boca de urna que aseguraba que el FpV superaba por décimas los 25 puntos entre todas las candidaturas, porcentaje que se fue repitiendo con pocas diferencias a lo largo de la jornada, en cortes realizados cada hora. Así se armó la fiesta.

?No se sabe si se trató de un engaño o, simplemente, de una brutal ineficacia. Finalmente, está claro que transmitieron lo que el jefe –y la Jefa– quería escuchar. ¿Hay espacio en las oficinas del Gobierno para otra cosa?

?Un sciolista le aseguró a Infobae que el gobernador supo de los números reales cuando ya estaba en el búnker kirchnerista y no se lo dijo a nadie para no transformarse en un pájaro de mal agüero. Tenía la secreta esperanza, además, de que la información de fuentes propias que le estaban pasando fuera errada. Pero no. La realidad siempre se termina imponiendo a los deseos.

En el PRO reconocen que el "círculo rojo" presiona para ir a una interna con Massa

?El miércoles, un grupo de peronistas del interior llamó a un consultor en el que creen y le pidieron "la verdad". Allí, se preocuparon con dos datos precisos provenientes de una encuesta nacional terminada la semana pasada, antes de la victoria del PRO en CABA. Uno, Máximo Kirchner cosechó un 72 por ciento de encuestados que aseguraron que "jamás" lo votarían. Dos, un imaginario balotaje entre Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner lo ganaría el jefe de Gobierno porteño por 7 puntos.

?Así las cosas, estos dirigentes se preguntaron qué esperan para terminar con los "problemas internos y consagrar a Scioli". El encuestador de marras, de amplio diálogo con todo el espectro gubernamental, no supo qué contestar, pero arriesgó una conclusión. A saber, que "el problema del FpV es Sergio Massa, porque 7 de los 10 votos que tiene votarían por el peronismo, cualquier fuera el candidato".

?No es lo que piensan en el PRO, donde se asegura exactamente lo contrario, que pueden captar 7 de cada voto que tiene Massa en el interior del país, ya que –según lo expresa un miembro del equipo político– "se trata de votos opositores, muy enojados con los liderazgos feudales y temerosos de los grandes cambios; pero también dicen que podrían votar por Mauricio, así que vamos a poder sacarles ese miedo al cambio". Agrega: "El peronismo nos quiere meter en su interna, pero nosotros no tenemos que caer en esa. Llegamos hasta aquí con nuestra estrategia, nos está yendo bien, no hay ninguna razón para que cambiemos en la mitad del río, cuando ya estamos tan cerca de la orilla".

?La fuente reconoce que las presiones son grandes. "El círculo rojo quiere que incluyamos a Massa en una gran interna opositora, pero no hay ninguna posibilidad de que lo hagamos. Tal vez, solo tal vez, ampliemos los acuerdos distritales con el Frente Renovador, incluyendo a la provincia de Buenos Aires, pero todavía están muy verdes las conversaciones".

en las próximas semanas se conocerán nuevos pases del Frente Renovador al FpV y al PRO

?O sea, conversaciones hay, dice el PRO. Y podrían incluir la provincia de Buenos Aires. Aunque no parece posible que eso signifique un atractivo para las huestes renovadoras. Mucho menos ahora, después del fenomenal acto que realizaron en la cancha de Vélez Sarsfield, donde Massa puso toda la carne al asador y pudo verse que tenía en cantidad, aunque también puede leerse como el último gran esfuerzo de su carrera presidencial.

?De hecho, en las próximas semanas se conocerán nuevos pases del Frente Renovador al FpV y al PRO. En los distritos, todos quieren sembrar el camino del próximo presidente, pero la prioridad es retener sus propios territorios para seguir existiendo en el futuro, no importa quién gane. Es el caso de Darío Giustozzi, que está evaluando volver al kirchnerismo, preocupado de quedarse sin el pan, Almirante Brown, y sin la torta, la gobernación de Buenos Aires. Y también de Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, el primer intendente que saltó con Macri hace muchos años, luego fue parte del massismo bonaerense, y ahora espera un gran evento gran para anunciar su regreso al PRO.

?En el peronismo saben que las elecciones porteñas no estaban para ellos y no les asombra la perfomance que hicieron Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti sumados (el 47 por ciento), casi lo mismo que sacó Macri en la primera vuelta electoral frente a Daniel Filmus, en el 2011.

?Lo que les sorprende es la persistencia del kirchnerismo paladar negro en el error, la brutal indiferencia frente a la realidad, la convicción de que como tienen al dólar sujetado no hay malestar en la sociedad. Uno de ellos, que conoció las desventuras de Ramón Carrillo, recordó una frase del genial ministro de Salud de Juan Domingo Perón en sus dos primeros gobiernos: "A la verdad hay que conocerla a toda costa, sobre nosotros mismos y también sobre los demás". Por cierto, no es algo a lo que estén acostumbrados en este Gobierno.