Los votos no le alcanzaron al kirchnerismo y quedó como tercera fuerza en la Ciudad

Los funcionarios mantuvieron el optimismo hasta último momento en el bunker del Frente para la Victoria (FPV) y el candidato Mariano Recalde habló de "llegar al ballottage". Pero no logró superar a ECO

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 Télam 162
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La derrota no tuvo lugar en el discurso del Frente para la Victoria (FPV). Los funcionarios que desfilaron por el búnker en el centro porteño se mostraron optimistas hasta último momento porque se proyectaban como segunda fuerza en la ciudad de Buenos Aires. Pero los números revirtieron las proyecciones. La sumatoria de votos entre los siete precandidatos por el kirchnerismo no fue suficiente y el frente electoral ECO los desplazó al tercer puesto en la ciudad de Buenos Aires.

Sin datos oficiales del Tribunal Superior de Justicia porteño hasta las 10 de la noche, los precandidatos y miembros del Gabinete nacional aún se mostraban esperanzados. La preocupación inicial era que Martín Lousteau (ECO) superara en porcentaje a Mariano Recalde, pero aún sostenían que el kirchnerismo cumplió con su meta de "recuperar el segundo lugar" en la ciudad. "Estamos cinco puntos arriba del tercero", se entusiasmó desde temprano el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

"Parece ser un resultado muy bueno", se sumó Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte.

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, también se jugó antes de tiempo al decir que "el FPV fue la segunda fuerza más elegida en la ciudad de Buenos Aires", y adhirió en que fue una "extraordinaria elección". "No me quedan dudas de que vamos a ganar en la general", anticipó.

La meta era posicionarse en el segundo lugar desde el discurso, pero sin un resultado seguro, el presidente de Aerolíneas Argentinas evitó mencionar ese dato en el discurso. A pesar de que no llegaron al 20% de los votos, el festejo se hizo lugar con cánticos de simpatizantes que fueron copando el salón principal del hotel.

Fue así que Recalde sólo habló de "llegar al ballottage" tras las elecciones generales del 5 de julio con el objetivo de ganarle al PRO. "Nuestro candidato sigue siendo el proyecto nacional. Vamos a dejar todo de acá al 19 de julio", aseguró, en referencia a la segunda vuelta. Y agregó: "Todos sentimos que la gran mayoría de la ciudad se pronunció por un cambio".

La legisladora porteña Gabriela Cerruti; el ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra; el diputado nacional Carlos Heller, Gustavo López, Carlos Oviedo y Víctor Ramos fueron los otros nombres que disputaban la candidatura. Detrás del atril donde hablaba Recalde, escuchaban el discurso del ganador dentro del espacio. El objetivo de mostrarse unidos sí se cumplió, pese a las fuertes internas que reinaron durante la campaña.

El Gabinete nacional también fue el gran protagonista de la noche. Las miradas estaban enfocadas en los presidenciables del kirchnerismo, sentados uno al lado del otro en un extremo del escenario. El gobernador bonaerense Daniel Scioli, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, Randazzo, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se ubicaron al lado del vicepresidente Amado Boudou, que también estaba en la primera fila junto a Carlos Zannini. Una vez más, el kirchnerismo se mostró unificado.

Randazzo ya había confirmado su presencia desde el sábado, mientras que Scioli se decidió a último momento y fue uno de los últimos en llegar al búnker. Mientras que la presidente Cristina Kirchner siguió las elecciones desde la quinta de Olivos, los grandes faltantes de la noche fueron los ministros Julio de Vido y Alicia Kirchner.

Los hombres fuertes de La Cámpora se ubicaron del otro extremo del escenario. Andrés "Cuervo" Larroque fue uno de los primeros en arengar a los militantes y simpatizantes del kirchnerismo, que luego de horas de batucada en la entrada del hotel entraron con euforia al salón principal para apoyar a Recalde.

"No pasa nada si todos los traidores se van con Massa", era uno de los cánticos que se repetía en todo el recinto, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, agitaba los brazos y cantaba a la par del público presente. La llegada de Camilo Vaca Narvaja, el novio de Florencia Kirchner, fue una de las sorpresas de la noche. Buscó pasar desapercibido en su llegada y entró rápidamente al búnker.

El PJ kirchnerista se volvió a lamentar por lo bajo que el FPV llegara con tantos precandidatos, porque desde antes de las primarias advertían que generaría dispersión en los votos. Hacia delante, Recalde deberá definir quién lo acompañará en la fórmula como vicefeje de Gobierno, y si finalmente será el Cerruti, pues fue la segunda en cantidad de votos dentro del partido. En el búnker del kirchnerismo, la derrota se disfrazó de triunfo y buscaron el optimismo en una elección que los dejó lejos de sus principales objetivos.