Cecilia Milone: "Me cachondeo siempre con el más chanta"

La protagonista de "El Quijote de la Mancha" habló con Infobae sobre su situación sentimental, por qué no acepta ir a Bailando por un sueño, la seducción del poder y la actualidad del país: "Hay crisis que no tendríamos que volver a pasar" aseguró la ex de Nito Artaza

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Estando enamorada. No creo para nada eso de "Ojalá te enamores" como si fuera una maldición. Le puede pasar a gente que tiene maneras de enamorarse obsesivas. A mí me gusta mucho el amor y cuando no estoy practicando el amor por un varón, por una historia de pareja, practico el amor por mis amigos. El ejercicio de querer me parece un privilegio, me conmueve, me parece hermoso.

No.

Me acuerdo, fue una entrevista muy divertida con "Chiche" que tiene esa manera de producir mientras hace la nota y está midiendo el rating en su cabeza. Más allá de que bromeamos mucho, lo que decía es que si hubiera sido por esto de que en el trabajo uno no tiene que enamorarse o no tiene que practicar sexo, no hubiera tenido sexo nunca porque siempre me enamoré en el trabajo. Soy una persona muy vocacional, amo mi profesión y mi mejor versión como persona, hasta estética, es cuando estoy en un teatro. Estoy tan feliz que es más probable que un hombre se enamore de mí. Tengo las emociones a flor de piel y estoy tan captadora del otro, que también es bastante probable que si hay un hombre apasionado, o atractivo, o que tiene algo parecido a mi forma de ser, yo me enamore de él.

Me cachondeo con el más chanta. No sé si me enamoro del más chanta. Lo que sucede es que las personas que son muy atractivas tienen más demanda también. Al varón le cuesta más decir que sí o que no, tiene más separado eso. Puede estar muy enamorado pero si una mujer se presta a sus encantos, la acepta, aunque siga muy enamorado de la que está enamorado.

Sí. Hay una parte nuestra de "Susanita", todas tenemos una parte en la que queremos estabilizarnos afectivamente. Pero la verdad es que cuando viene el señor que tiene cara de marido, no es el que más nos divierte, nos divierte el que tiene cara de galán, seductor y mágico. Hice un ejercicio en un espectáculo que se llamaba "Valiente y sentimental", definía a los varones utilizando personajes de la literatura española. El Tenorio, yo decía que no es solamente el Don Juan cualquiera. Es el que tiene un encanto en particular con las mujeres. Ese se había convertido en mi favorito: "Pero no se engañen, no crean que de verdad es mi favorito. Mi favorito es el Quijote, que tiene la capacidad de enamorarte y que elige una sola. El problema es que están en extinción. Entran en categoría milagro" decía. Creo que en el fondo nos pasa eso, a todas nos gustaría que nos eligieran solamente a nosotras.

Sí, Como toda mujer. Lo que pasa es que me asumí como Mafalda porque la quiero pasar bien, no quiero sufrir. Evidentemente, hay un tipo de hombre que me gusta, hay un tipo de relación que me gusta. Yo canto tango, soy artista, soy novelera y romántica. Si voy a sufrir, que sea un sufrimiento con un poco de alegría, con poesía.

Sí, con todo. Sí, para sufrir una lagrimita, no. Hay que ser gitana.

Sí, hace mucho.

No, pero tampoco quiero.

Sí, varias veces y no acepté. No por prejuicio ni porque esté enfrentada ideológicamente con Tinelli. Me aburren mucho los concursos y la competencia. Por otro lado no sé mentir con lo que me pasa y me parece que ahí hay que o hacer show o descarnarse como hacen muchas figuras que se han descarnado. No sé hacer ni una cosa ni la otra, no la pasaría bien.

También me da miedo. Si una persona juzgada por mí se siente agredida y me sale con una agresión personal, no sé si la pasaría bien. Bromeando, digo que lo único que me gustaría reemplazar ahí es a Tinelli. No digo que no porque uno nunca sabe lo que puede pasar en la vida, pero no es algo que yo elegiría.

Es un hombre atractivo, me gustaba de chico. Cuando era jovencito me parecía muy lindo, como un simpático. Esa cara de bueno, flojo... no es que no mantenga cara de bueno pero ahora tiene una cara más de seductor. Creo que el atractivo de Tinelli es el atractivo de la persona poderosa. No poderosa desde la plata, se lo ve dominar el programa y eso me parece que es atractivo.

Según qué poderes y según a quiénes. Hay gente que realmente le seduce el poder y le seduce el dinero, se enamoran. A mí me enamora mucho la persona poderosa sobre sí misma, esos hombres que se saben plantar. No me enamora que tenga o no tenga plata. Yo soy una mujer muy fuerte, entonces me gusta encontrar un varón que en la vida se supo plantar. Me permite ser más frágil y expresar más mi parte de nena, si se quiere.

Sí. Me seduce mucho. Yo soy groseramente machista en ese aspecto. No en cuanto a que me parece que tienen que salir a trabajar los dos y que todos tenemos que votar y los mismos derechos. En la seducción, en la pareja, me gusta que sea el varón el que tome las riendas, aunque yo sea la que coquetea.

Es un cierre de ciclo, es evidente. En nuestro país es histórico, los cierres de ciclos nunca han sido en las épocas de esplendor. Lo que estamos viviendo es nada más que eso; vamos a poder salir adelante.

Me preocupa porque siento que tenemos un país espléndido. Tenemos una país muy rico y la verdad es que me parece que hay crisis que no tendríamos que volver a pasar, evidentemente no nos estamos organizando bien. También reconozco que somos un país joven para lo que es la historia de una democracia. Hay que cada vez ser más conscientes de que no hay que usar el voto en blanco, que hay que observar bien a los legisladores. La participación es observar a nuestros legisladores y votar a conciencia. Me gustaría tener una pasión política desde la ideología que lamentablemente no tengo. Me encantaría decirte: "Soy radical. Soy peronista". Lamentablemente no lo puedo decir.

No es que no me interesó. Soy hija del Proceso, en el 76 yo tenía 7 años, la verdad, yo sólo tuve miedo. Mi recuerdo no era de participar. Tenía a mi mamá y a mi papá, que eran los dos peronistas y estaban afiliados al Justicialismo. Tenían mucha presencia política, no eran tibios. Mi abuelo era muy radical, estaba casado con mi abuela muy peronista... en mi casa estaba muy clara la política y había grandes discusiones. Mis abuelos se amaban y tenían grandes discusiones, pero jamás se agredían o consideraban que el otro era mala persona por estar parado en una vereda tan opuesta.

Cualquier manifestación que hagas tiene un costo alto. Puede ser usada a favor o en contra. Desde mi manera de ver la profesión siento que mi obligación es despabilar emociones en personas de diferentes estratos sociales, de diferentes ideologías, tengo que conseguir causarle algo a la persona de extrema derecha y a la persona de extrema izquierda. A mí no me sirve manifestarme. Yo te podría decir: "Tengo una gran ideología política y no elijo manifestarme". A mí no me sirve por la forma en que encaro mi profesión y por cómo a mí me gusta vivir, pero no me parece que perjudique. Brandoni no solo se ha definido, sino que ha participado políticamente y es un hombre que no ha perdido ni un ápice del prestigio como actor.

Sí, pero yo soy muy patriota y me parece que en los momentos de crisis es cuando uno tiene que hacer y jugarse más. Es mi manera de vivir. En el 2001 mucha gente se iba del país porque sentían que económicamente iban a estar mejor y me parece muy bien. Yo no lo comparto. Yo siento que cuando un país está en crisis es cuando hay que quedarse, cuando hay que seguir peleando, cuando no hay que bajar los brazos. Esa es la forma de hacer patria. No tengo armas para ir a una guerra, no sabría qué hacer. No tengo estructura para dedicarme a la política. Esa es la forma de jugarme por mi país, meterme en una apuesta, en este caso no invertí, pero sí estoy asociada a lo que se gana de la boletería. Es el momento en el que hay que hacerlo, no hay que bajar los brazos.

Es una experiencia feliz desde el momento en que se empezó a hablar de ella. Con Pepe Cibrián tengo una amistad de veintipico de años, es mi familia. Estuve en el nacimiento del proyecto, como partícipe y testigo a la vez. Me llamó por teléfono una noche muy tarde a casa y me contó la idea de hacer "El hombre de la mancha" juntos. A partir de ahí empezó a ser conmovedor. Por encontrarme nuevamente con Pepe en un escenario, porque me volvía a dirigir, por estar juntos y al poco tiempo se nos sumó nada menos que Raúl Lavié, para hacer de Sancho Panza. Lo viví con mucha emoción, con intensidad, con mucha responsabilidad, con mucha alegría.

-Sí, de inmediato en la platea se sintió. En los primeros ensayos que empezamos a invitar a amigos, se sentía eso que la persona de teatro conoce, el sonido de lo que gusta. La forma en que aplauden, la forma en que escuchan. El silencio de una platea es muy fuerte como señal. La verdad es que eso fue conmovedor. No es habitual que tantas críticas por unanimidad la acepten. No hemos tenido una crítica mala.

La vivo con mucha plenitud. Estoy muy feliz y me conmueve mucho que Pepe sea mi Quijote. Creo que es el Quijote de mi vida.

Sí, claro. Pepe me enseñó a soñar y me cumplió los sueños. Yo tenía 22 años y fui a dar audiciones a Drácula. Lo único que quería, desde que me acuerdo era ser artista y amaba la comedia musical cuando no existía en la Argentina, yo era fanática de Pepe. Mi papá amaba la comedia musical. Que me elija este hombre, me adopte en su familia, fue como cumplir todos los sueños. Y de verdad me enseñó a soñar en cuanto a que me enseñó a generar, a gestionar mis propios proyectos. Lo miré y lo admiré mucho a Pepe. Sí, es el Quijote de mi vida, definitivamente.

"El hombre de La Mancha" estuvo recientemente en el Maipo. Ahora, se la puede ver en el Teatro Apolo de miércoles a domingo.