Fue un día especial para Lionel Messi, quien insaciable, ya piensa en convertir más tantos con la camiseta del Barcelona. Frente al Valencia, el argentino anotó su gol blaugrana número 400 y siguió escribiendo la historia, además de mantener en lo más alto de la Liga a su equipo.
Las cámaras lo divisaron cuando tomó la pelota en mitad de cancha y enfrentó al arquero "che", quien adivinó su intención pero no pudo en el rebote. El rosarino fue a celebrar detrás del arco y las imágenes lo capturaron en el piso, extenuado por el trajín del juego.
Sin embargo, otro ángulo demostró que Messi cayó al piso al resbalarse con la pista olímpica y golpeó su rostro con el piso. Los compañeros corrieron a su posición para festejar el triunfo y, tras confirmar que no se había hecho daño, lo levantaron.