En el mercado financiero también terminó el verano

La incertidumbre política en este año electoral golpea a los inversores, que se encuentran con obstáculos impensados seis meses atrás. Fuerte caída de las reservas del BCRA y repunte del Boden 2015

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 Nicolás Stulberg 162
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Como si fuera un juego de Play Station, a los inversores se les aparecieron obstáculos inesperados. Los más cautelosos deshicieron posiciones de riesgo y se refugiaron en el dólar hasta entender lo que está sucediendo en la política. Para ellos, todo lo que favorezca al Gobierno perjudica sus colocaciones porque su razonamiento se basa en un cambio en el modelo económico.


El paraíso de ganancias fáciles parece contaminarse. Ellos tomaron como señales desfavorables que la acusación de Alberto Nisman por encubrimiento del atentado a la AMIA seguramente será desestimada. También les preocupa que no se lleguen a conocer las causas de la muerte del fiscal. La aparición de la pistola Bersa en la casa de la madre y la negación de su ex mujer de que alguna vez haya tenido un arma confunden a todos: a los creyentes de un asesinato y a los que piensan que fue suicidio.


Y acá hay pasiones que traban porque parte de la opinión pública cree y quiere que sea un asesinato y, otra porción, que sea suicidio. La política ha teñido la vida, la muerte y las inversiones. El Banco Central no escapa de esta telaraña y volvió a hacer lo único que conoce para detener la suba del dólar libre que la semana pasada aumentó 9 centavos a 12,71 pesos: infundir miedo a los bancos y operadores.


Por eso no extrañó que la Bolsa padeciera la salida de grandes inversores. Las acciones más codiciadas hasta hace 10 días son las primeras en salir de las carteras de los inversores.


Ese es el caso de Edenor, que perdió 11 por ciento de su valor y de su controladora, Pampa Energía, que bajó 8,57 por ciento. Las apuestas eran a que esas empresas iban a beneficiarse con un nuevo Gobierno por la suba de tarifas. Pero se dieron un baño de realidad después de las primarias de Salta y vieron que estaban comprando acciones de empresas quebradas que pueden seguir quebradas.


La política en Argentina ha teñido la vida, la muerte y las inversiones.

La Bolsa se sostuvo solo por Petrobras, que aumentó 15 por ciento por la suba del petróleo en el mundo y su mejor situación financiera porque encontró un socio impensado en Shell y está por desprenderse de una petroquímica. En cambio YPF, a pesar del mejor precio del crudo no la pasó bien y bajó 3 por ciento.


Entre los bonos, el más afectado por esta salida de los activos en pesos, fue el Discount que indexa por el costo de vida. Este título, que nació con el canje de la deuda y llegó a un máximo de 152 pesos en enero de 2007 para descender a un infierno de 48 pesos cuando Guillermo Moreno intervino, el Indec, tuvo su pascua de resurrección en marzo pasado. A lo largo del mes subió 12 por ciento. En la última semana perdió 3 por ciento de su valor y después de las declaraciones del ministro de Economía Axel Kicillof en la asamblea del FMI, sobre que iban a tardar años en ordenarse las estadísticas, quedó en una posición más delicada para esta semana.


El Boden 2015, el bono más corto del menú en dólares con legislación argentina, subió 1,70 por ciento en la semana y, junto a Petrobras, fueron lo más positivo que dejó un mercado invadido por dudas y temores.


Las reservas del Banco Central cerraron la semana con una caída de 90 millones en 31.410 millones de dólares porque hubo que pagar los intereses del Bonar X, un bono en dólares con legislación argentina que vence en 2017 y se cancelaron importaciones de energía por 91 millones.


Las reservas están en el mismo nivel que tenían a mediados de marzo y hay serias sospechas de que ese sea el nivel real.

Si bien la venta de dólar - ahorro el viernes tuvo el menor nivel de la semana en 16,28 millones, ahora están en escena manos más grandes. Esto hace que haya presión en el mercado libre y los que tienen dólar ahorro en su poder no los vendan tan fácilmente esperando precios mayores.


El Banco Central apuesta a la única estrategia que conoce: seguir vendiendo dólares ahorro y presionando a bancos, casas de cambio y cuevas con operativos e inspecciones.


Las primarias han dejado de ser un dato político, ahora tienen más fuerza que cualquier balance de empresas o datos de la economía real, cuando hay que tomar decisiones de compra o venta de activos financieros.