Carambola y a cobrar: Vélez cayó en su casa ante Gimnasia y sigue sin encontrar el rumbo

Un fiel reflejo del titubeante andar de ambos protagonistas fue el que se vio en el José Amalfitani. Tanto a Vélez como a Gimnasia, dos elencos que merodean por la mitad de tabla, les costó bastante generar emociones en uno de los encuentros encargados de cerrar la jornada sabatina de Primera.

Prácticamente en espectadores de lujo se habían convertido los arqueros que apenas si se movían para ir a buscar los balones que se perdían por el fondo de la cancha y que debían tomar para reanudar el encuentro. Con mucha más lucha que juego se disputó una primera etapa en la que al 'Fortín' se lo notó por demás errático e incómodo ante un 'Lobo' que parecía tener mejores intenciones, pero al que también le costaba encontrar la manera de quebrar a su endeble adversario de turno.

Ya en el complemento, los de La Plata se mostraron levemente superiores a los de Liniers, aunque seguían sin hallar la profundidad y claridad necesaria como para lastimar. Hasta que se encontró con algo de fortuna de su lado y aprovechó. Fue sobre el final del partido, a los 39 minutos, cuando elaboró un buen ataque colectivo que terminó con un Alan Aguerre tapando y dando un rebote que dio en su compañero Leandro Desábato para que la redonda terminara dando en Rodrigo Contreras y se metiera en el fondo de la red.

Así, de carambola parecía ser la única manera de que se abriera un muy pobre partido. Y aunque minutos más tarde le terminaron anulando mal el empate a Mariano Pavone al cobrarle un inexistente offside, Vélez terminó quedándose con las manos vacías porque pareció nunca terminar de proponerse poner el pie en el acelerador.