Este es el famoso River, nunca nos den por muertos 'primos'

Nadie creía en nosotros, salvo nosotros. River hizo lo que tenía que hacer y clasificó. ¿Y saben qué? Es justo que sigamos en la Copa. Parece que se viene otro clásico internacional, nomás

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Canchas de papi fútbol, equipos con nombres personas y jugar en la altura. El grupo era raro. Pero terminó con algo de justicia, si es que podemos medirla dentro de este juego caprichoso que es el fútbol. River se clasificó, está entre los dos mejores del grupo, y aunque quede entre los peores segundos, que River siga en la Libertadores es –además de una alegría para todos los hinchas- una gran justicia. Porque River jugó de bien a muy bien varios partidos que no ganó.

River nunca renunció a la idea de juego que propone Gallardo. En algunos partidos salió mejor que en otros. Pero siempre se intentó lo que el último semestre de 2014 dio alegría a todos los hinchas del buen fútbol. Tocando, buscando siempre el arco rival, respetando la pelota y combinando un juego ofensivo con un cuidado hasta estético. Es cierto que tuvimos muchas falencias, por eso el sufrimiento para clasificar, y aquí se marcaron: sobre todo la falla en no saber cerrar los partidos, en relajarse y darlos por ganado antes de tiempo.

El apoyo del hincha siempre es importante, pero también hay que señalar la ansiedad que se vive a veces, por ejemplo mientras iba 0-0 con San José. El equipo no paró en los 90 minutos de buscar el arco rival, pero hasta el primero de Mora parecía que querían hacer la segunda jugada antes que la primera. Los mediocampistas tomaban posiciones de ataque cuando la pelota recién estaba saliendo del fondo, y con ese equipo largo, y un rival metido en su campo hasta el último minuto para evitar una goleada, las jugadas no se hilvanaban con fluidez. Luego de la apertura del marcador, el equipo jugó más tranquilo, y la gente también. Porque se comenzaban a aplaudir las jugadas que minutos antes generaban fastidio.

Como dijo Gallardo, ahora que pasó la fase de grupos, River se vuelve un equipo difícil. Será un equipo más duro, y además no arrastra los malos resultados de esta etapa. Servirá, sí, como experiencia para corregir errores, y para ir de menos a más.

Logramos algo que parecía imposible, casi un milagro, pero no ganamos nada aún. Lo sabemos porque el último título internacional que se disputó en el continente fue de River. Tenemos que apuntar a cosas grandes, y eliminar a quien nos toque. El Monumental demostró que los hinchas le tienen ganas a volver a jugar con Boca, para quien hasta puede resultar inesperado y preocupante tener a River en el camino: cualquier otro mal segundo será más accesible. Es que tenemos ganas de extender la eliminación de noviembre por la Sudamericana, y volver a darle a los más chicos la alegría de saber, de confirmar, que River es el más grande, lejos.