El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió una orden ejecutiva que declara a la situación en Venezuela una amenaza extraordinaria e inusual contra la seguridad nacional y política exterior de su país. La acción ejecutiva ordena la suspensión de visas y la congelación de bienes en territorio estadounidense de siete funcionarios militares y policiales venezolanos, a quienes señala por violaciones de derechos humanos.
Por este panorama, la embajadora argentina ante las Naciones Unidas, María Cristina Perceval, se solidarizó con el pueblo y el gobierno de Nicolás Maduro en un evento de la organización: "La Argentina, al igual que los demás países de la región, considera que el diálogo constructivo y la negociación pacífica son el único camino para superar las diferencias, a la vez que rechaza toda injerencia en los asuntos internos de otros Estados".
En el evento, convocado por la República Bolivariana de Venezuela junto a Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, varios países denunciaron y rechazaron la promulgación de la Orden Ejecutiva de Barack Obama.
En su alocución, Perceval destacó la reacción de "consternación, estupor, y sorpresa" en Argentina ante el decreto de Obama y, en la misma línea que el comunicado de la Cancillería argentina, subrayó la gravedad de la denuncia debido a "la dureza inusual de sus términos, casi amenazantes".
Destacó que la Presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, había solicitado la derogación del Decreto Ejecutivo firmado por Obama instando al Gobierno de Estados Unidos a respetar el principio de soberanía de los pueblos. En ese marco, Perceval le recomendó a Obama que, si había leído el libro Las Venas Abiertas de América Latina que el entonces Presidente Hugo Chávez le entregara en la Cumbre de las Américas del 2009, lo releyera, pues "tal como lo dijera Rodolfo Walsh, quien comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de los pueblos".
"Resulta inverosímil para cualquier persona medianamente informada que Venezuela pueda constituir una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos de Norteamérica. Aún quienes no comparten las políticas del gobierno venezolano pueden omitir que estamos ante una acusación que proviene del país más poderoso del mundo", aseveró la Embajadora.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Representante Permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas, embajador Rafael Ramírez, quien aseguró: "Venezuela se ha consolidado como un territorio de paz y solidaridad. Nuestro país ha practicado y promovido la cooperación y la unión, tal como lo pueden constatar los pueblos del mundo".
El Representante Permanente de Ecuador y representante de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), Xavier Lasso, dio lectura al comunicado de dicho grupo. Lo siguió el Representante Permanente de Uruguay y coordinador de Unasur, embajador Gonzalo Koncke, quien leyó un comunicado de ese órgano. Por su parte, el representante permanente de Cuba, Rodolfo Reyes, dio lectura al comunicado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) seguido por el Representante Permanente de Irán y luego por el coordinador político de la Representación Permanente de Sudáfrica, Thembela Osmond Ngculu, quien leyó el comunicado del Grupo de los 77 y China liderado por ese país.
El Representante Permanente de Bolivia, embajador Sacha Llorenti, agregó que la comunidad internacional se encuentra "en la disyuntiva entre la prepotencia y la dignidad y entre la amenaza y la esperanza" y, luego de recordar la colaboración de Estados Unidos con numerosos golpes de Estado en la región y en todo el mundo, se preguntó acerca de la autoridad moral del Gobierno de dicho país para promulgar este decreto.