La disputa entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta por el respaldo de Mauricio Macri en sus candidaturas a jefe de Gobierno porteño crece y le sigue generando dolores de cabeza al candidato presidencial del PRO. La senadora nacional admitió hoy que su competidor directo generó una "tensión fuerte" dentro del partido y acusó: "Está todo el tiempo pidiéndole el apoyo" al ex presidente de Boca.
El viernes, con una carta en las redes sociales, Macri manifestó su respaldo a la candidatura de Rodríguez Larreta en las Primarias de la Ciudad. El gesto generó bronca y dolor en el entorno de la legisladora nacional, que aspira a suceder a su ex compañero de fórmula de 2007.
Históricamente, Michetti y Larreta estuvieron enfrentados. Ahora, en campaña, los dirigentes ya no se esfuerzan por disimular las críticas. Esta mañana, en diálogo con radio Continental, la senadora chicaneó: "No necesito tener a papá al lado para competir". Además, dijo que tiene pendiente un café con su ¿jefe? político para mirarlo a los ojos y decirles "algunas cosas". "Me hubiera gustado que sea imparcial", sentenció.
Michetti acompañó a Macri en la fórmula que ganó las elecciones en 2007. Luego renunció al gobierno de la Ciudad para competir en las elecciones de medio término de 2009 y 2013. En ambas terminó primera.
"Es absolutamente perjudicial para la candidatura presidencial de Mauricio que uno de nosotros dos, Horacio o yo, le agarremos los pantalones y lo traigamos a la Ciudad y tratemos de que él se quede acá protegiendo mi candidatura, cuidándome, estando de la mano conmigo cuando yo tengo que hacer campaña adultamente compitiendo con el otro sin tener a papá al lado", declaró Michetti.
Consultada sobre si había tratado de averiguar por qué Macri manifestó su apoyo a Rodríguez Larreta, contestó: "Hay que dejar pasar un poquito el momento duro y eso hay que dejarlo para un cafecito más adelante, mirándose a los ojos y arreglar las cosas".
Michetti recordó que al enterarse del aval público del líder del PRO a Rodríguez Larreta, tuvo "un golpe de tristeza, de dolor, con esa sensación como de injusticia, de que esto tenía que ser una cancha nivelada, no desnivelada. Y por supuesto la palabra de Mauricio desnivela". Y añadió: "Me dio tristeza porque, además, en el PRO todos hemos construido esto y cada uno ha puesto lo suyo con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio. También con alegría, con todas las cosas gratificantes que tiene esto, pero (además) con momentos muy difíciles".