"Los malos resultados en materia educativa tienen un efecto movilizador en la región"

Especialistas se reunieron en Buenos Aires en el Seminario sobre Políticas Docentes para la Integración Regional. Allí, discutieron cómo puede Latinoamérica dar un salto en sus indicadores

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 Seminario Pasem 163
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La mejora de los índices educativos y la apuesta por la educación son promesas obligadas de candidatos y partidos de diferentes colores políticos en la totalidad de los países de la región. Sin embargo, los gobiernos pasan y son pocos los que pueden anotarse logros sensibles en su haber.

Esta semana, se reunieron en Buenos Aires nutridas delegaciones de profesionales de la educación provenientes de Brasil, Uruguay, Paraguay y Perú, quienes, junto con la delegación local, intercambiaron puntos de vista durante dos días y medio en el Seminario sobre Políticas Docentes para la Integración Regional organizado por el Programa de Apoyo al Sector Educativo del Mercosur (Pasem).

Sin embargo, a la hora de analizar los niveles educativos, las polémicas comienzan en torno a las formas de medición. Las más ruidosas de todas ellas son las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que están a cargo de la OCDE y cuyos resultados no son exactamente "un orgullo" para Latinaomérica.

Latinoamérica, reprobada en las pruebas PISA

Dicho exámen se realiza cada tres años en alrededor de 65 países y evalúa cuantitativamente a los alumnos en las áreas de Lectura, Matemática y Ciencias Naturales.

Patricia Salas O'Brien, ex ministra de Educación de Perú y una de las principales expositoras del seminario, sorprende, sin embargo, con su posición sobre los exámenes internacionales que en sus últimas dos ediciones colocaron a Alemania y Finlandia en la cima del ranking.

"Me alegra el carácter 'movilizador' de las PISA, tanto en la sociedad como en los políticos, incluso entre los presidentes". Y agrega: "A nosotros nos sirve porque nos marca una ruta de metas y desafíos bien grandes. Ayuda a ver una agenda educativa más compleja que muchas veces los gobiernos ignoran".

La posición de quien ocupó la cartera de Educación entre los años 2011 y 2013 no se condice con la de muchos funcionarios regionales, que ante los malos resultados incluso han descalificado todo el sistema de evaluación. "Los exámenes PISA está sobrevaluados", dijo en su momento el ministro de Educación argentino, Alberto Sileoni, en una entrevista para Infobae.

En esa sintonía respondió Gerardo Gómez Morales, viceministro de Educación Superior de Paraguay, quien también viajó a Buenos Aires para asistir al evento organizado por el Pasem.

"PISA establece una comparación muy urticante con respecto a los países centrales"

"PISA establece una comparación muy urticante con respecto a los países centrales. (...) Y el verdadero debate es analizar cuáles son las medidas que se hicieron correctamente", matizó.

Sin embargo, coincide en algo con su colega peruana: "El impacto positivo del escándalo de las PISA es que los sectores políticos se sensibilizan y destinan un mejor presupuesto a la educación, con el que nosotros podemos hacer más cosas".

 Seminario Pasem 163
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Es lo que sucedió en Alemania después de los exámenes del año 2000, en el que el país resultó "aprobado raso" y le cedió el primer puesto a Finlandia. Inmediatamente, el nivel educativo de los niños germanos fue tapa de los diarios y materia de debate nacional. ¿Qué había pasado con el tradicionalmente respetado sistema educativo alemán? Fueron varias las medidas que formaron parte de la amplia reforma educativa impulsada y que volvió a colocar al país en la cima de los PISA: redujeron el número de alumnos por grupo, invirtieron más dinero en educación, contrataron a más docentes, reforzaron el estímulo educativo en la primera infancia, modificaron los planes de estudio, y un largo etcétera.

Por otro lado, cabe destacar que las PISA no son un examen global, sino que sólo son evaluados los estudiantes de los países miembros de la OCDE, es decir, unos 65 países. Patricia Salas O'Brien opina que esto solo ya es "una osadía" de nuestra región. "Estamos siendo medidos con los mejores", sentencia.

Es cierto, además, que la mayoría de los países latinoamericanos han mejorado sus puntajes en las PISA, pese a seguir en puestos bajos de la lista. En un conjunto de exámenes impulsados por la Unesco, conocidos como PERCE, SERCE Y TERCE, los resultados de la región sí fueron más alentadores.

De acuerdo con un artículo publicado en Infobae en enero de este año, estas pruebas, de tono más "tercermundista", se basan en evaluaciones efectuadas en la primaria (en tercer y sexto grado) en las áreas de Matemática, Lectura y Escritura. Sólo en sexto grado se agrega Ciencias Naturales. A diferencia de las pruebas PISA, las TERCE no puede adjudicar cuántos puntos equivalen a un año de aprendizaje porque evalúa a alumnos del mismo grado.

¿Integración regional para la Educación?

El encuentro celebrado en Buenos Aires se centró, entre otras temáticas, en los desafíos de integración de los países del Mercosur en materia educativa. Sobre el tema, la también socióloga Patricia Salas O'Brien opina que el gran debate es sobre el contenido de lo que quiere ser compartido.

"Es muy complicado, porque hay muchas posibilidades. Podemos simplemente 'compartir experiencias aprovechando que estamos cerca' o podemos ponernos a pensar qué necesitamos, en tanto futuro compartido, que nuestros futuros ciudadanos posean en materia educativa".

Efectivamente, cuando se habla de integración regional, son varias las opciones, pero lo primero es pensar cómo establecer estándares básicos de educación en los países del bloque regional. A partir de ahí, se podría permitir el libre tránsito de estudiantes, trabajadores y profesionales de un país a otro sin necesidad de demostrar equivalencias o estudios adicionales.

"El asunto es cómo tu título de médico de Argentina puede valer en Uruguay porque existe una confianza en que la calidad educativa del otro país es deseable"

"El asunto es cómo tu título de médico de Argentina puede valer en Uruguay, en Paraguay; o tu certificación de la secundaria puede servirte en otro país porque existe una confianza en que la calidad educativa del otro país es deseable", opina O'Brien y afirma, que en este tema, la Unión Europea ha sido pionera y funciona como norte para el Mercosur.

Sobre este tema, Gerardo Gómez Morales es menos optimista. Aunque reconoce las potenciales ventajas y los beneficios de la "movilidad académica", cree que la región no está aún lista para dar ese paso.

"En nuestros países hay un proceso previo; me refiero al proceso de lograr una cierta estandarización regulatoria y una elevación del piso en la calidad de la educación. No estamos todos en el mismo lugar como para intercambiar tranquilamente entre universidades e institutos estudiantes y docentes. Dentro de nuestra precaria institucionalidad, estamos haciendo el esfuerzo por mejorar ese piso".

Otro tema que forma parte del debate sobre la integración, dice O'Brien, es cómo se construye una identidad regional en el marco de la identidad nacional. "Eso implica que tu vecino no va a ser nunca más tu enemigo o tu competidor, sino que ahora va a ser tu socio, tu acompañante"

La educación superior, sin techo

Durante la apertura del seminario, que contó con referentes educativos de los países del Mercosur, tanto funcionarios como académicos, los desafíos de la educación superior también fueron parte de los ejes del debate.

"Cada vez se exigen más grados para los mismos puestos de trabajo y cada vez los grados más altos valen menos"

Con la certeza de que Latinoamérica está viviendo "un proceso de devaluación educativa", no fueron pocos quienes hablaron de los cambios en el nivel universitario.

"Cada vez se exigen más grados para los mismos puestos de trabajo y cada vez los grados más altos valen menos. Hace 60 años, se podía conseguir trabajo con secundario completo. Después se consideró necesario tener un título universitario. Y ahora es la maestría", explica O'Brien.

La doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Católica Santa María y docente principal de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, considera que se trata de un contrasentido con lo que antes era una maestría.

"Se genera un vaciamiento como consecuencia de que la tendencia es que los posgrados sean por áreas problemáticas que están 'de moda', como por ejemplo las vinculadas al Medio Ambiente. Antes era otra cosa, se trataba del espacio para el desarrollo académico del investigador", sentencia.