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Huracán está pensando en la Copa Libertadores, y se nota. Con 3 puntos adquiridos, sobre 9 en juego, el "Globo" recibió en el Tomás Adolfo Ducó a Gimnasia de La Plata, un equipo que venía golpeado por la derrota sufrida en el clásico frente a Estudiantes.
Con mayoría de suplentes, los quemeros se vieron sorprendidos en el primer cuarto de hora del partido. Una aparición de Lucas Licht, junto a la intervención de Antonio Medina para corregir el remate del lateral, fueron fue suficiente para que el "Lobo" empiece a aullar en Parque Patricios.
La reacción del dueño de casa se basó en los pies de David Distéfano, quien probó de larga distancia para exigir a un sólido Nicolás Navarro. Sin embargo, las desinteligencias defensivas le dieron la posibilidad al "Tripero" de ampliar la diferencia, ocasiones que fueron interrumpidas por las notables maniobras de Gonzalo Marinelli.
En el complemento, Lucas Campana protagonizó la escena más emotiva de la tarde porteña. El jugador, que había sufrido un grave accidente automovilístico, marcó el 1 a 1, en lo que significó su regreso soñado. La falla del arquero visitante tuvo gran injerencia en la conquista del canterano.
La correcta decisión de Diego Abal, de expulsar a Nicolás Bruna, favoreció a Gimnasia en el epílogo del choque. Sin embargo, el palo le negó el grito a Jorge Rojas y el conjunto de Pedro Troglio cerró su compromiso con una nueva frustración, ya que sigue sin conocer la victoria en lo que va del año. Además, la roja observada por Facundo Oreja fue una clara manifestación de impotencia dado que la repartición de puntos no conformó a nadie.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com