Pese a las presiones, Michetti reafirma su candidatura

La senadora está decidida a suceder a Macri en la Ciudad y asegura que es la mejor forma de ayudar al jefe de Gobierno a llegar a la Casa Rosada

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 Gerardo Viercovich 162
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 Adrián Escandar 162
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Gabriela Michetti no piensa retroceder. Su decisión de competir en la Ciudad por el sillón que hoy ocupa Mauricio Macri es absoluta. Determinante. "No me van a quebrar", repite en la intimidad de su despacho en el Senado. En privado afirma que aún no se desactivó una ofensiva para que al final no compita en las internas del PRO, contra su histórico rival: Horacio Rodríguez Larreta.

El jefe de Gobierno porteño se comprometió con Michetti, y frente a la mesa chica del PRO, a alentar las internas sin favorecer a ningún candidato. Eso se había acordado hace más de dos meses en el hotel Four Seasons en una reunión de extrema tensión política.

Fue la más difícil para la senadora. "Por primera vez, siento la vocación de gobernar y sé que puedo hacerlo", le dijo Michetti a Mauricio Macri. Él ya le había ofrecido la vicepresidencia unas cuantas veces. El "no" de la senadora sorprendió a muchos. Ella explicó su negativa con una extensa argumentación, y él lo sabía porque se lo había anticipado en una reunión a solas. Las palabras de "Gaby" terminaron por definir a Macri: "No insistan, Gaby no va a poder hacer la campaña si no está convencida de ser vice. Vamos a internas".

La cuestión pareció terminar ahí. Hasta que el principal asesor de Macri, Jaime Durán Barba insistió con la idea de una fórmula presidencial del PRO, sin extrapartidarios y que sea una mujer. Era Gabriela.

Entre sutiles presiones, chismes políticos y decepciones profundas, ella volvió a afirmarse en su decisión. Después llegaron las negociaciones con Carlos Reutemann. El ex piloto no cerró la candidatura a vice. "El Lole quiere volver al Senado", es la frase que dicen en su círculo íntimo.

Parece que Durán Barba insistió frente al candidato presidencial. Sostiene que lo mejor es que la fórmula sea bien PRO y que su compañera sea una mujer.

 Prensa GCBA 162
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En los últimos días apareció en esta historia una aliada impensada para Michetti: Elisa Carrió. Cuando ella se enteró de la decisión de la senadora de plantar bandera en la ciudad, la llamó y la felicitó. Le propuso comer juntas y así lo hicieron, después de años de alejamiento. Fue en el departamento de Carrió. Comieron liviano y casero. La diputada le dijo que ella iba a hablar con Macri para convencerlo.

La semana pasada mientras se debatía en el Congreso, Carrió llamó a Michetti desde el recinto. "Hablé con él y está todo bien", le dijo a la senadora. Michetti le preguntó: "¿Qué quiere decir bien?". La diputada insistió: "Que está todo muy bien....hasta lloré". Más tarde le dio todos los detalles. Le dijo al jefe de Gobierno porteño que era un avance en la política que él aliente a Michetti.

"Vengo ganando todas la elecciones con el PRO y siempre hice lo que le proyecto necesitaba. Esta vez a Mauricio lo puedo ayudar ganando la Capital", repitió la senadora del PRO en su despacho. Fue antes de una reunión en la que empezó a definir el lanzamiento formal de su campaña.

Tenía pensado volver a hablar con Macri cara a cara. Se mandan mensajes sólo de texto, desde que el ambiente se puso más tenso. A ella no le cayó muy bien que en público Macri dijera que Rodríguez Larreta es el heredero natural en la Ciudad. El compromiso había sido otro.

Parece casi una novela. La relación Macri-Michetti no está dañada. Pero para ella en el camino hacia tomar su decisión se encontró con traiciones varias. Hoy prefiere creer que "Mauricio" está fuera de una estrategia silenciosa para que ella se baje.

Ella lo siente así, que le quieren quebrar la voluntad. Sin embargo, en las últimas horas le llegó un mensaje. "Ahora aunque Gabriela se baje, avisale que la vicepresidencia no está disponible", fue lo que le hicieron llegar.

Parece que si al final Lole Reutemann no cierra, Macri se inclinaría por una mujer del PRO del interior. Siempre sigue los consejos de su asesor externo estrella.

Para Michetti fue un alivio porque temía que insistieran con que cambie su decisión.

"Este año cumplo 50 años, estoy en paz, y en una etapa de la vida en la que quiero jugarme por lo que quiero", afirma a sus íntimos.

Sólo ante ellos confiesa que el jefe de Gobierno porteño le llegó a decir que desde la vicepresidencia podrían controlar al gobierno de la Ciudad.

El plan que la senadora del PRO le propuso a su jefe político fue ella ganar la Capital y después salir juntos a hacer la campaña nacional. "No es un acto egoísta, Mauricio", le aclaró.

La cuestión es si afectará al candidato presidencial una hipotética derrota de Rodríguez Larreta, quien está con Macri en la gestión desde el minuto cero. "Y si gana Gabriela, ¿será una derrota para Macri?", cuestionaba en las últimas horas un allegado al jefe de gobierno porteño.

El otro debate que existe por debajo de las candidaturas es quién de los dos (Michetti o Rodríguez Larreta) mantendrá el sistema de gestión macrista.

Michetti trabaja intensamente en su despacho. Siente un alto costo personal que le lleva haberse plantado ante Macri. En público no lo va a admitir, pero sintió que libraba un batalla casi en soledad. Por suerte, el jefe de Gobierno porteño la respetó. "Recién ahora parece me dio vía libre para jugar", le contó a uno de sus colaboradores anoche.

Ella se siente confiada. Y que al final, la "hermanita menor" (como le dice Macri a ella), le va a dar un triunfo. Un paso previo a lo que confían será la ansiada llegada del PRO a la Casa Rosada.