Como dijo Arruabarrena, ante Atlético Rafaela faltó ser inteligente. Aunque nos anularon mal un gol, Boca no tuvo la brillantez de otros encuentros y le faltó justeza para definir el partido antes. Ni que hablar con la expulsión de Serrano en la "Crema".
Más allá de esto, y como se viene manifestando desde este lugar y muchos hinchas creemos, el equipo deja una sensación muy buena. ¿Cuál? Siempre muestra garra, carácter, intensidad y sacrificio. Sin dudas, esto es muy digno de destacar. Esto es lo que inclina y ayuda a terminar consiguiendo las victorias.
Sin embargo, y como queremos llegar al rendimiento óptimo, con esto solo no alcanza. Porque vendrán equipos y planteos más complicados y habrá que pedir más. Por calidad y cantidad, este equipo lo puede demostrar y se le puede exigir. A no confiarse ni descuidarse, tienen que seguir todos metidos.
En este contexto, se destaca las formas en las que Lodeiro se acopló al plantel y a un club con tantas presiones y exigencias, como lo es Boca. Se nota que el uruguayo es un jugador de clase, un distinto para el fútbol argentino y que le otorga al equipo ese juego que no tuvo durante el campeonato pasado. Pero como si esto fuera poco, también se pone el 'overol' y trabaja para el equipo, cubriendo espacios y retrocediendo cuando la situación lo requiere. Sin dudas, un gran refuerzo. Un enorme acierto de Arruabarrena, que tanto insistió en su contratación.
Ocho victorias al hilo: tres por el Campeonato, dos por la Copa Libertadores –ambos que lideramos-, el desempate con Vélez y los 'Superclásicos' (o como dicen los jugadores, el 'clásico'). Un arranque que ilusiona. ¡Sigamos así Boca!