Poco a poco Daniel Osvaldo fue soltándose, superando el nerviosismo y la ansiedad que le ocasionaba debutar con la camiseta de sus amores, y se transformó en una clarísima referencia del ataque de Boca.
Fue a los 19 minutos cuando logró su primera maniobra de mayor calidad. Fernando Gago le puso un exquisito pase entre líneas, el cual él aguantó de manera formidable para luego darse vuelta y sacar un fuerte disparo desde el borde del área. Para desgracia de él, el defensor Paulo Lima se interpuso en el trayecto de la redonda, pero lo hizo con ¡sus manos extendidas! Sorprendentemente, el árbitro Ricardo Marques ignoró la situación y no le concedió al 'Xeneize' la pena máxima.