Provocaciones, piñas, sangre y llanto en el exitoso regreso de Anderson Silva

El MGM Grand de Las Vegas fue otra vez el escenario de una velada histórica, con el regreso del legendario campeón al octágono luego de más de un año de recuperación por una fractura en su pelea con Chris Weidman en diciembre de 2013.

En el UFC 183 Anderson Silva volvió a la acción con una victoria ante Nick Diaz en los pesos medianos. A los 39 años, "The Spider" consiguió por decisión unánime su victoria número 34 en 40 combates.

Fue un show de provocaciones, piñas, sangres y lágrimas. Desde el comienzo de la pelea, Diaz comenzó a hablarle y hacerle gestos a su rival: se tiró a la lona, se apoyó contra la reja, le puso la cara para que le pegara, se cruzó de brazos, bailó y hasta movió la cola.

Silva no entraba en ese cruce, ante la actitud de su adversario se alejaba, esperaba y los iba a buscar para pelear. Y así fue construyendo una ventaja en las tarjetas que le dio el triunfo tras el quinto asalto.

Diaz trabajaba con patadas bajas y combinaciones con las manos, el brasileño bloqueaba y defendía hasta que comenzó a encontrar la distancia para atacar y conectar puñetazos y algún rodillazo.

Los minutos corrían con los dos luchadores manteniendo la cautela, caminando, midiéndose y con pocos cruces. Solo en tercer asalto fueron al piso, pero no hubo acción allí. Luego del segundo parcial, el norteamericano terminó con un corte en el ojo izquierdo, que comenzó a sangrar e hizo más espectáculo el duelo.

Sin conectar demasiado, pero dominando la pelea, presionando en algunos momentos y llevando a Diaz contra las rejas, Silva se quedó con la victoria en las tarjetas en su regreso a UFC.

Tras conocer la decisión, "The Spider" cayó sobre la lona emocionado y comenzó a llorar. Su rival, lo levantó y lo motivó para disfrute del momento. El brasileño agradeció a su equipo, su familia y Dios, y recordó todo lo que vivió en este último año.

Diaz, por su parte, se mostró molesto por la decisión y criticó a los jueces por el veredicto, que consideró que había ganado en todos los rounds y pidió por otra oportunidad para pelear en UFC.