"Si la justicia está librada a la fe, es el diagnóstico del gran problema que tenemos"

Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA, analizó con Infobae la muerte de Nisman. Cauto sobre las causas, asegura que "no podemos opinar todos desde el mismo lugar". La última conversación con el fiscal y críticas al Gobierno

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 Nicolás Stulberg 162
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La oficina parece una inmobiliaria. Sorprendido, toco el timbre y, efectivamente, me recibe Waldo Wolff, vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), quien me dice: "Y encima yo también trabajo", confirmándome que es una constructora.

Es una de las últimas personas que habló con Alberto Nisman antes de que apareciera muerto con un tiro en la sien en su departamento de Puerto Madero. La foto que el fiscal le mandó de su escritorio por WhatsApp es, hasta el día de hoy, la última imagen conocida que envió. Agotado y aún conmocionado por lo sucedido, Wolff afirma: "Soy un hombre que anda por la calle y percibo mucha gente con un común denominador: dudas e incertidumbres".

El caso tiene varios interrogantes pendientes. ¿Por qué Nisman le pidió el arma a Diego Lagomarsino? ¿Entró el médico de Swiss Medical al baño antes que el juez y la fiscal? ¿Por qué no dejaron ingresar dos veces al SAME? ¿Por qué aún no se hizo un examen toxicológico al cuerpo? ¿Cómo constataron la muerte? Éstas y otras incógnitas (como el rol de Berni, el barrido electrónico y la personalidad de Nisman) serán claves para el esclarecimiento del caso.

En diálogo con Infobae, uno de los representantes de la comunidad judía en Argentina analizó los pormenores de la muerte de Nisman, se refirió al futuro de la causa AMIA (la cual, indicó, ahora llamará "causa Nisman") y mandó un mensaje para la clase dirigente: "El Estado no está dando las respuestas en temas que son de su injerencia como la seguridad y la justicia".

-¿Cómo era su relación con el fiscal Alberto Nisman?

Era una relación profesional, muy cordial y con la característica de haber entablado una relación de afinidad en torno a lo profesional. Uno después de tantos años de encontrarse con alguien no tiene conversaciones telegráficas sino que le pregunta cómo esta, como están sus cosas. Sabía que por ahí se iba de viaje, se tomaba vacaciones porque es lo que uno habla. Pero era profesional.

-¿Cómo se enteró de su muerte?

Me acosté a dormir el día domingo a las 12 o 12.30 y a la 1 me sonó el teléfono. Estaba muy dormido porque me había acostado hace poco. Me llamó el secretario general de la DAIA y me asusté. Le pregunté qué pasó. Me dice "me llamó un periodista amigo que en Twitter se corren versiones de que Nisman (y aclara no recuerdo si me dijo lo mataron, se mató o está muerto), vos que manejás Twitter, chequéalo". Ahí puse Nisman en Twitter y empezaban a bajar una catarata de cosas. Ahí me comuniqué por WhatsApp con una periodista que tiene muchos contactos y le puse "¿estás?" y me contestó: "Decime que es mentira". Le digo "¿sabés algo?" y me dice "lo mismo que vos". Al rato otra periodista amiga me mandó un mensaje: "Waldo, Nisman está muerto".

-¿Cuál fue su reacción?

Es un momento de estado de shock. Me quedé en mi casa, ya había salido de mi habitación porque mi mujer dormía. Fui al living, prendí la televisión y me quedé haciendo zapping en canales. Todavía o había nada y después empezaron a aparecer movimientos en la casa de Nisman. Pero extraoficialmente esta persona me había dicho que su muerte estaba corroborada.

-Fue una de las últimas personas que habló con el fiscal. ¿Cómo fue la secuencia de la conversación?

Hasta lo que se sabe, soy el último al que le habría mandado una fotografía. Yo le mandé el viernes 16 dos WhatsApp: "¿Estás? Te quiero hacer una pregunta técnica cuando puedas". La consulta era sobre la causa que había presentado contra Cristina. Le puse "¿cómo andamos?" y me responde con la foto con el texto "¿te dice algo esto?". Eso fue el sábado 17 de enero. El 18 le puse al mediodía "Buen día,¿ vos querés que vayamos o no?". Y no me contestó más. Me estaba refiriendo a la audiencia en el Congreso, porque se estaba discutiendo si iba a ser reservada o pública. Le puse "¿vos considerás que tenemos que ir o no?", porque es importante la opinión del fiscal. No me contestó, era domingo y tampoco era un amigo al que le podía decir "contestame". Es el fiscal de la causa, le mando dos WhatsApp, no me contesta y bueno, me olvidé. Yo también estaba en mi domingo.

 DAIA / Waldo Wolff 162
DAIA / Waldo Wolff 162

-¿Cómo evalúa la reacción del Gobierno y de la Presidente? Sobre todo el hecho de que se haya manifestado por las redes sociales y no por cadena nacional.

Yo creo que la causa Nisman es una causa nacional. Excede el asesinato, es un montón de cosas. Es nacional porque mi sensación es que viene a poner sobre el tapete serias falencias institucionales que tenemos. Los poderes del Estado deben dar respuestas y formulan preguntas. Generan dudas. Con mucho respeto por la investidura presidencial, el Estado no está dando las respuestas en temas que son de su injerencia como la seguridad y la justicia.

-¿A qué hipótesis de las que se barajan se acerca más usted?

Tengo que tener mucho cuidado, ya que otros no lo tienen. La justicia no es una cuestión de fe. Es una cuestión de certezas y no podemos opinar todos desde el mismo lugar. Todos tienen derecho, desde el ciudadano llano hasta el más alto cargo jerárquico. Pero cuando vos opinás tenés que saber desde dónde estás opinando. Yo tengo mi teoría, pero con la representatividad que tengo, siendo querella y el cargo que ocupo, no debo darla, debo remitirme a los hechos. Si tengo alguna prueba debo llevarla a la Justicia.

-¿Qué significó el acto y cuáles fueron los motivos para realizarlo?

Los motivos fueron tener nuestro propio acto porque nosotros no podemos plegarnos a consignas de las cuales no tenemos manejo. Era un homenaje a Nisman y a los valores como la verdad y la justicia que hoy están desmadrados porque parecería que aquellos que tienen la obligación de impartirlos nos manifiestan de que no están teniendo el control.

-¿Le quedan dudas de cómo se desarrolló todo? Que haya vuelto del viaje, presente la denuncia en enero y aparezca muerto.

A todos les quedan dudas, hasta al Poder Ejecutivo. Fue una convocatoria muy fuerte. No me gusta robarme la representación de la gente, pero soy un hombre que anda por la calle y percibo mucha gente con un común denominador: dudas e incertidumbres.

"El Estado no está dando las respuestas en temas que son de su injerencia, como la seguridad y la justicia".

-¿Pudieron leer la denuncia entera de Nisman?

Está nuestro grupo de abogados trabajando. Entendemos que tienen que ser chequeadas las fuentes y lo que el fiscal dice. Es función del juez. Vamos a estar acompañando la revisión de la denuncia.

-Los que creen que fue un suicidio, una hipótesis que manejan es que la denuncia era falsa o que el fiscal fue víctima de contrainteligencia. Conociéndolo a él, ¿ve posible que haya pasado algo así?

Yo quiero hacer foco en este tema. Si la Justicia, que es la que debe dictaminar lo que pasó, esta librada a la fe, es el diagnostico del gran problema que tenemos. No es una cuestión de fe. Si cualquiera de los actores tiene pruebas, tiene que acercarlas. No es un partido de fútbol. Argentina no es un partido de fútbol: me parece que fue penal, me parece que no fue penal. Si vos considerás que no fue penal, tráeme la prueba. No es importante lo que yo pienso. Mi opinión es tan valedera como la de Zaffaroni, y tan valedera como la de cualquiera que te pueda decir cualquier otra cosa. Hoy la Argentina parecería ser una charla de café.

¿Teme que la polémica por su muerte colocará a la causa del atentado a la AMIA en un segundo lugar?

Hoy a la causa AMIA la llamo la causa Nisman. La causa Nisman contiene a la causa AMIA 1, a la causa AMIA 2, a la denuncia de Pepe Eliaschev, al Memorándum con Irán, a la presentación de Nisman, a la muerte Nisman y a la investigación de la muerte de Nisman. Siete puntos en una causa. Es una gran trama, son 21 años de locura. Cuando Pepe presentó su denuncia lo tildaron de loco. Debo reconocer que era descabellada desde muchos lugares. Ahora, la presentación de Pepe, más el Memorándum, más la presentación de Nisman, más la muerte de Nisman...

-¿Cómo piensa que debería seguir judicialmente la causa AMIA?

Estamos en deliberación permanente y hoy la verdad es que no lo tenemos claro. Fijate que todavía no habíamos llegado a analizar la presentación, y estamos analizando la muerte. Vamos a dar nuestra opinión de quién debería seguir a cargo. Es facultad del Estado cumpliendo con las garantías institucionales. Nosotros vamos a dar nuestra opinión. Si se ajusta a derecho, no tendremos otra posición, pero si consideramos que no, presentaremos alguna acción jurídica.

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-¿Cómo califica el trabajo de Nisman a lo largo de la causa?

A un funcionario del Poder Judicial se lo evalúa por su apego al Derecho y no conozco a nadie que haya recusado a Nisman por su gestión. No es una cuestión de opinión. A Nisman no lo elegimos ni lo pusimos nosotros. Fue elegido por Néstor Kirchner y ratificado por la presidente Cristina Kirchner porque él era pasible de renunciar solamente por un decreto. Nosotros estábamos de acuerdo con la manera en que venía trabajando.

-Una de las grandes críticas que se le hizo fue por siempre seguir la "pista iraní", ¿qué opinión le merece esta cuestión?

El no tenía otra pista. Le cuestionan esto desde lo mediático aquellos que tienen poder sobre los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad. Deberían haber sido ellos los que le acercaran alguna prueba y decirle: "Usted está haciendo mal su trabajo, porque nosotros le acercamos esto y no lo investigó". El hombre no encontró otra prueba, pero nadie trajo para decir otra cosa. No hay pista siria. Y si la hubiera, bienvenida, que alguien la acerque. Nosotros no es que queremos que sean los iraníes. Una vez que el fiscal toma la prueba, se la presenta al juez y el juez lo avala, y éste se la presenta a Interpol e Interpol lo avala, ya deja de ser una cuestión de la institución nuestra como querellante. Pasa a ser una cuestión de Estado. El Estado argentino acusa a Irán. No es la comunidad judía. En una génesis lo acusó pero hoy el Estado se hizo eco de eso. Por eso hoy la pista siria es una cascara. Hay un volquete de uno que es sirio.

-Nombró a los servicios de inteligencia. Nisman reconoció su relación con Stiusso. ¿Usted piensa que esa relación lo condicionó a la hora de investigar?

No me consta, no lo sé.

-¿Cómo analiza el presente de los servicios de inteligencia?

No manejo esa información. Mi manera de analizar los servicios de inteligencia es a través de lo que me dice aquel que los maneja (Parrilli). Y aquel que los maneja está sembrando un manto de sospecha. Pero yo no conozco a los SI, no se quiénes son.

-¿Qué piensa que se debería hacer con el Memorándum con Irán?

Derogarlo. Siempre. La Justicia dijo que es inconstitucional en la instancia que está hoy. Es una vergüenza, degrada la institucionalidad argentina a niveles paupérrimos. Firmar un convenio de investigación con el acusado del asesinato y nombrarlo como investigador. Es fantasmagórico.

-¿Confía en que algún día se sepa la vedad sobre el atentado?

(Silencio largo) Lo último que se pierde es la esperanza. Hoy como argentino estoy esperanzado en que aquellos que tienen la responsabilidad de tener los poderes sobre los cuales asumieron, se dén cuenta de nuestras falencias y la causa Nisman sea una causa nacional. Nos sinceremos y aquellos que tienen la responsabilidad entiendan que hay cuestiones de Estado y que la verdadera justicia lo es. Que identifiquen lo que se está viniendo y a partir de aquí podamos construir una Argentina más normal.