Frente en alto y orgullo por las nubes: ¡Eternamente gracias, San Lorenzo!

Pese a la abismal diferencia de jerarquía, no hubo tal goleada histórica que adelantaban los españoles y los hinchas de otros clubes que lo miraron por televisión. Este "Ciclón", debilitado desde mitad de año, hizo un digno papel y cayó de pie en el año más glorioso de su historia. ¡Gracias de verdad! Dirigentes: a 'calibrar' la mira para seguir festejando

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Ponerse de pie, aplaudir y agradecer eternamente. Así se resume el proceder de cada uno de los hinchas de San Lorenzo después de perder, más que dignamente, la Final del Mundo ante el mejor equipo de la historia del fútbol. La vergüenza forma parte del sentir de los españoles y simpatizantes de otros clubes nacionales que miraron el juego por televisión y subestimaron el fuego sagrado del "Ciclón", anticipando una goleada por tres, cuatro u ocho goles.

Desde luego que una derrota nunca genera conformismo y mucho menos satisfacción, pero "este" Campeón de América se plantó con firmeza en Marrakech y estuvo a la altura de las circunstancias, frente a un conjunto que por estos días resulta imbatible (22 triunfos en serie).

La desigualdad de condiciones futbolísticas, físicas y económicas no tuvo lugar durante 35', donde San Lorenzo desplegó una férrea resistencia en la mitad de la cancha, priorizando la reducción de espacios y rezando para que no apareciera una típica genialidad "merengue". Increíblemente, aunque en realidad no tanto porque la pelota parada fue un arma letal del Madrid todo el año, Ramos aprovechó la duda de Torrico y cambió definitivamente el trámite del encuentro. Eso sí: los firuletes y lujos quedaron para otra ocasión.

Así como criticamos la falta de audacia en la Semifinal ante Auckland City, sería una estupidez recaer en un pedido de mayor protagonismo ofensivo para los nuestros. Teniendo en cuenta que el Real es un equipo que 'liquida' ante el mínimo descuido rival, salir 'a matar' hubiera sido suicida para las aspiraciones propias. Se trataba de aguantar, capitalizar alguna situación que pudiera crear el circuito de ataque y doblegar los esfuerzos para mantener la concentración. No fue posible, pero nada para reprochar.

Vamos a ser realistas como a lo largo de todo el semestre. El campeonato local distante de las expectativas responde al debilitamiento general que sufrió San Lorenzo en el mercado de pases, perdiendo a los dos jugadores más desequilibrantes (Piatti y Correa), pero también al "patrón" del fondo (Gentiletti). Faltó previsión, reemplazantes de nivel y allí se empezó a perder hoy. Pero ya lo dijimos y no vale la pena retroceder a reclamos que no tienen utilidad ahora.

Con las pocas figuras que quedaron a disposición del "Patón" Bauza (varios de ellos dando ventajas físicas como Ortigoza y Romagnoli), San Lorenzo logró sobrellevar las acciones para cerrar un partido correcto, sin ser vapuleado, sin tampoco apelar a una inexistente conducta violenta que la soberbia europea quiso instalar antes de saltar al campo de juego.

Este plantel no logró despedir un 2014 inolvidable desde el punto de vista deportivo con la hazaña en Marruecos. Pero jamás olvidaremos que nos dieron el título más esperado por el pueblo sanlorencista en 54 años y representaron con hidalguía a los 12 mil simpatizantes que viajaron a África para alentar en vivo y en directo (la mayor movilización de una hinchada argentina a otro Continente), como así también a los 4 millones que visten cualquier insignia "azulgrana" con honra.

Las lágrimas de Romagnoli, Kannemann, Prósperi y tantos otros sintetizan el sentimiento de cada uno de los "Cuervos" y la identificación que creó esta camiseta, sin importar si realizaron divisiones inferiores en el club o fueron "importados" de otros. Ese llanto simboliza la impotencia de haberlo dado todo y no poder conseguir el trofeo. Pero sepan que en los últimos tiempos consiguieron más que eso: nos dieron por descendidos, creyeron que nos caíamos en Liniers, vaticinaban una eliminación en primera fase de la Libertadores y nos 'ningunearon' antes de la Final, pero salimosfortalecidos, erguidos y con más buenas que malas. Pensando en más.

Después de intentarlo y enamorar al mundo con una pasión descomunal, llega el momento de grandes decisiones para la directiva. Será indispensable evitar los errores del pasado, oxigenar la estructura de un plantel que ya tiene "pasta" ganadora e incorporar jerarquía. Tendremos un 2015 plagado de exigentes competencias, donde se deberá demostrar que la mediocridad no forma parte de la genética de San Lorenzo y que el hambre de consagraciones estará intacto. Soncualidades brillantes que nos devolvieron estos "guerreros" que serán recibidos como merecen. Y aunque no hubo milagro dentro de la cancha, no faltará el reconocimiento eterno para los protagonistas que llevaron a San Lorenzo a la elite internacional.