, hermana de
, señaló hoy que tanto ella como el resto de su familia no están al tanto del paradero del agente de inteligencia cubano que trabajaba para el gobierno de los
y que fue detenido en
por la dictadura de los hermanos
.
"De momento la familia no sabe nada", confirmó hoy la mujer a Infobae desde su casa en Palma de Mallorca, donde vive después de huir de la isla en 1998, tres años antes de que el régimen cubano encarcelara a su hermano, acusado de "espionaje". Katia agregó que no tienen conocimiento de "hacia dónde lo han llevado en la madrugada del 16 pasado" desde la prisión en Villa Marista, donde se hallaba encerrado desde 2013. El destino no ha sido notificado a sus padres, con quien "Roly" hablaba todos los días y hace 48 horas no lo hace.
Con tono tranquilo pero preocupada por el destino de su hermano, a quien no ve desde que abandonó Cuba, Katia reflejó el sentimiento contrapuesto que tanto ella como sus padres tienen en estos momentos: "Queremos pensar que está bien. No hemos recibido información ni oficial ni extraoficial", añadió la mujer.
Consultada acerca de la posibilidad de que el agente al que hizo referencia Barack Obama ayer en su discurso se trate de Rolando Sarraff Trujillo, Katia se mostró esperanzada: "Inferimos que puede ser nuestro hermano, pero no ha habido respuesta ni de Estados Unidos ni de Cuba al respecto", puntualizó.
"Mis padres están muy preocupados porque no saben dónde está su hijo y al mismo tiempo esperanzados" de que se trate del agente de inteligencia del que habla el mundo y que fue el verdadero protagonista del canje de prisioneros, cuya cara visible fue el empresario norteamericano Alan Gross y los tres espías cubanos que fueron regresados a La Habana ayer.
"No estábamos al tanto", respondió Katia cuando se le preguntó acerca del verdadero trabajo que su hermano desempeñaba en el Ministerio del Interior de Cuba, donde estaba infiltrado desde hacía años por el gobierno de los Estados Unidos. "Roly", como era conocido en el mundo del espionaje, fue detenido el 2 de noviembre de 1995 y cumplía hasta ayer una condena de 25 años de prisión.
Experto en criptografía, este hombre fue señalado como el posible agente del que ayer hizo referencia Obama y el director de Inteligencia Nacional, James Clapper. Sin embargo, ninguno de los dos hicieron pública su identidad.