Gobierno volvió a poner reparos a un acuerdo con los holdouts

A poco de reanudarse las conversaciones con los holdouts, desde la cartera que conduce Axel Kicillof plantaron dudas sobre la negociación que se abriría con la caída de la cláusula RUFO.

"Nosotros queremos pagar pero una suma razonable que no amenace el crecimiento de la economía", sostuvo hoy el viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis. Actualmente la deuda con los acreedores que no adhirieron a los canjes de 2005 y 2010 supera al menos los 1.600 millones de dólares, luego de los fallos de la justicia norteamericana que avalaron el reclamo de los bonistas litigantes. El monto, incluso, sería mayor tras la decisión del mediador dispuesto por el juez Thomas Griesa, Dan Pollack, quien abrió a que otros inversores formen parte de un eventual acuerdo por los títulos en default.

"Estamos recuperándonos de este cimbronazo", dijo el vice sobre la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de no tomar el caso argentino, e indicó: "Demostramos que podemos enfrentar con dignidad y soberanía económica el ataque de los buitres".

A lo largo de estos meses, el gobierno nacional pudo sortear con dificultades las consecuencias económicas de los reveses judiciales en el ámbito internacional, luego de que Griesa bloqueó los pagos de las obligaciones de los bonos reestructurados. En este escenario, la diplomacia argentina obtuvo respaldo de figuras e instituciones de renombre en el mundo de las finanzas, como el Club de París, el FMI, y hasta la Organización de las Naciones Unidas.

Pese a ello, la "impresión" de Álvarez Agis es que "los buitres no quieren cobrar" el pago de los bonos aunque consideró: "Las perspectivas para 2015 son positivas aún con un mundo que no ayuda".

En diálogo con radio Del Plata, el funcionario justificó la escasa adhesión al Boden 24: "El mundo se está cayendo a pedazos. El barril de petróleo está por debajo de 58 dólares y la semana pasada fue la peor semana financiera del año".

En este sentido, aclaró que "el objetivo principal no era la emisión" sino "dar tranquilidad a los ahorristas y al sistema financiero". "Ahora no hay ninguna duda de que vamos a poder afrontar los pagos de deuda externas", sentenció.