La frase más hermosa del mundo... ¡Racing campeón!

"Sí, sí, señores, yo soy de Racing; sí, sí, señores, de corazón, porque este año de Avellaneda, de Avellaneda, salió el nuevo campeón". ¡Qué bien suena! Disfrutemos, somos el campeón del fútbol argentino. Nosotros, más que nadie, nos merecemos este momento. Las cosas están en su lugar. El tercer grande vuelve a festejar. ¡Gracias a todos! Sobre todo a Milito. No sólo somos los 'dueños' de Avellaneda, sino del País

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Mientras escribo estas líneas, me perdura la emoción, los nervios, los temblores, las manos transpiradas, la taquicardia. Es hermoso escribir sobre lo que es el sueño de mi vida... ¡Racing campeón!


Lo primero que se me viene a la mente es la imagen de mi viejo, a quien ya no tengo y que es el 'culpable' de haberme hecho de Racing. Él, desde algún lugar, me está mirando y disfruta junto a mí. Yo, lo hago con mis hijas, más allá que sean mujeres y que, una de ellas, esté a apenas unos días de cumplir su primer añito de vida y no entienda de qué se trata. Ella, Martina, ya es campeona. La más grande, Camila, algo ya entiende. Ambas son campeonas. Como vos. Como yo. Como todo Racing.


La emoción y el momento generan la imposibilidad de hacer un análisis del partido de la consagración. Los libros dirán que lo hicimos ante Godoy Cruz, en Avellaneda. Y esos mismos libros también marcarán el enorme 'sprint final' que tuvo este equipo, mostrando una gigante fortaleza anímica.


Ellos, fueron los responsables de haberle descontado los ochos puntos que llevaba River. También de superar a Independiente. ¡Sí, le ganamos un campeonato a Independiente! Con el agregado que siempre tiene algo así. Ellos no soportaron la presión; nosotros la asumimos y nos consagramos. Ah, vos, en este año, festejaste salir tercero en la B Nacional; yo, en cambio, celebro un título. ¡¿Te das cuentas qué diferentes somos?!


Fue un torneo 'raro' para la "Academia", ya que cuando promediada el certamen ya parecía afuera de todo (incluso, quedó eliminado de la Copa Argentina). Sin embargo, supieron cambiar a tiempo. El equipo mutó durante el desarrollo. Dejó de ser el que jugaba al 'fulbito', para convertirse en un conjunto en serio, con personalidad, con solidez, con actitud y con momentos de buen juego.


Esto, habla perfectamente de la inteligencia del plantel. Pero también habla muy bien de Diego Cocca. Se dio cuenta que había que cambiar, y lo hizo. Tuvo la determinación para hacerlo, y el coraje para tomar las decisiones correspondientes. Racing nunca plasmó en la cancha el discurso inicial de su entrenador. Entonces, algo había que hacer; y el DT supo cómo hacerlo.


Sin dudas, y más allá de las críticas que le he realizado, sería de necio desconocer sus méritos. Lógico que los tuvo. Y así, bien merecido tiene su lugar en la historia grande de la institución. Su aporte, lógicamente, fue fundamental para este logro. A su vez, destaco que sigo sin estar de acuerdo con el manejo que tuvo en el mercado de pases.


¿Las virtudes del campeón? Dentro de la solidez y momentos de 'lujos', lo principal pasó por la riqueza individual en algunos futbolistas.


Saja volvió a ser Saja y apareció en los momentos que tenía que hacerlo; la dupla central (Lollo y Cabral) tuvo un nivel de excelencia; Videla jugó con el corazón y fue el alma de este equipo; Centurión, el jugador desequilibrante que siempre fue, pero mucho más pensante; Bou, el goleador inesperado que supo aprovechar la chance de su vida. ¿Más? Los aportes de Díaz, Hauche y Grimi fueron altamente favorables; mientras que Pillud y Aued, sin descollar, cumplieron con su rol.


Pero... ¿Falta alguien más? Sí, el más importante. El principal gestor de este logro. Ese jugador que decidió volver por amor a la camiseta, el mismo que tenemos todos los hinchas de Racing. Ese jugador distinto, exquisito, que supo ser el mejor futbolista de Europa. El delantero argentino más gravitante de los últimos años (luego de Messi y Tevez). El que potenció a todos. El que asumió la responsabilidad y el liderazgo. La figura del campeón. El futbolista más destacado del campeonato... ¡Un tal Diego Milito!


Responsabilidades al margen, lo cierto es que Racing ganó el 17° título de su historia (contando la Liga local). De esta manera, le sacó uno a Independiente y se afirma como el tercer equipo más campeón en lo que concierne al ámbito local. ¿En serio alguien duda que somos el tercer grande? Allá ellos, la realidad es una sola; después, cada uno puede analizarla como le conviene.


Pero ahora, es momento de pensar solamente en nosotros. En disfrutar de nuestra grandeza. En vivir a pleno este merecido título. Racing es un gran campeón. El mejor de los últimos años. Se quedó con el campeonato más apasionante de las últimas temporadas.


Termino de escribir estas líneas y la emoción se acrecienta. Y estará por un tiempo prolongado. Ahora, es el momento de gozar, de creerse lo que somos.


De gritar bien fuerte la frase más hermosa del mundo... ¡Racing campeón!