Peligra el inicio de clases en 2015 por el rechazo en la Ciudad a la "Nueva Escuela Secundaria"

El gobierno porteño implementa cambios para ajustarse a la ley nacional, pero los docentes los rechazan y evalúan medidas de fuerza. Se pierden más de 100 orientaciones y horas en materias claves

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A partir del próximo año, la educación secundaria en la Ciudad no será la misma. De las más de 120 orientaciones que ofrecían las escuelas porteñas se reducirán a 13 y serán comunes a todo el país, tal como establece la Ley de Educación Nacional aprobada en 2006. Gastronomía, Construcción y mantenimiento de espacios verdes, Diseño de indumentaria, Orfebrería o Ebanistería son algunas de las especialidades que, aunque desde hace años se enseñan en Capital Federal con pleno éxito en la formación de los estudiantes egresados, dejarán de existir por la implementación de la Nueva Escuela Secundaria (NES).

Pero tanto docentes como estudiantes se han manifestado en contra de los cambios, que no se limitan a acortar especialidades, sino también horas cátedra en materias claves -que se traducen, también, en merma de horas de trabajo-, y nuevos contenidos que no fueron consultados con la comunidad educativa. Por ello, los gremios de la Ciudad no descartan llamar a una huelga en el inicio del ciclo lectivo, lo que podría generar severos problemas para el normal cumplimiento del calendario escolar.

Aprobada la nueva normativa, la cantidad de orientaciones se acortó a 10. Pero luego, ante el clamor de los estudiantes que rechazaron los cambios y decidieron tomar sus escuelas en 2012, el Consejo Federal de Educación (CFE) se vio forzado a incorporar otras tres: Bachillerato Pedagógico; en Letras; y Física y Matemática, que no existían fuera de la Ciudad. Éstas se sumaron a las ya aprobadas Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Naturales, Economía y Administración, Lenguas, Agro y Ambiente, Comunicación, Informática, Educación Física, Turismo y Arte.

Otro de los puntos polémicos que motivaron las protestas estudiantiles -con 15 escuelas tomadas en septiembre de 2013- fue la eliminación de Historia de cuarto y quinto año en muchas especialidades, o la supresión de Biología y Filosofía en los últimos tres años en varias de estas nuevas orientaciones.

 Télam 162
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La nueva vieja escuela

Al ser nacional, el cumplimiento de la ley es obligatorio en todo el territorio argentino. Pero la Ciudad de Buenos Aires la postergó ante la dificultad de tener que poner fin a las múltiples orientaciones, y por la exigencia de toda la comunidad educativa de dar un debate amplio, que contemple la aplicación de nuevas estructuras educativas, más acordes a los tiempos que corren. Si bien ya la puso en práctica en algunas escuelas "pioneras", como llaman a las que ya se ajustaron, el gobierno porteño espera poner en plena vigencia la Nueva Escuela Secundaria (NES) a partir de 2015, pero aún encuentra resistencia en las aulas.

"Discutir hoy una orientación u otra no va a cambiar la escuela secundaria. El cambio real que propone la Ley Nacional de Educación, a través de la resolución 93 del CFE, refiere a nuevos formatos escolares: la cursada por materias, la forma de evaluación y la repitencia, por ejemplo. Eso es lo que hoy la Ciudad no discute, porque implica un cambio real. Y se queda en si dan dos o tres horas de Biología. Solamente cambiamos nombres de materias como figuritas, pero la escuela se sigue pensando de la misma manera, con el mismo formato que hace 50 años", explicó la docente Alicia García Tuñón a Infobae.

Según García Tuñón, representante de la Junta de disciplina de Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), uno de los argumentos para achicar a 13 las orientaciones es la posibilidad de que los estudiantes puedan cambiar de residencia a cualquier parte del país sin necesidad de dar equivalencias, criterio que la docente considera "cierto por un lado, pero falso por otro". Sucede que 13 es el número máximo de orientaciones, pero hay provincias que eligieron solo tres, cuatro o cinco. Por su cantidad de población, los grandes distritos tendrán más opciones. La Ciudad contará con todas, al igual que Córdoba.

Independientemente de las demandas planteadas, la educadora reconoce que la CABA no tiene ninguna posibilidad de mantener las orientaciones, porque no puede desentenderse de una ley nacional. La única alternativa entonces para mantener las especialidades es ampliar la currícula en contraturno, pero con mayor carga horaria y con la dificultad de tener que enfrentar problemas de espacio e infraestructura en muchos casos. "No es que nadie quiere que la ley entre en vigencia, porque es nacional y de cumplimiento obligatorio. Lo que piden es que se discuta más y de manera más abierta el diseño curricular", remarca la profesora.

Un cambio real

¿Cuáles son, entonces, esos cambios "estructurales" que reclaman los docentes? "En principio, que podamos pensar junto con los estudiantes cómo será la nueva escuela secundaria. Que el estudiante sea partícipe. Lo que plantea la resolución 93 son nuevas estrategias para abordar y construir el conocimiento. Hay que hacer seminarios, talleres, cursos en los que se rompa el formato de la disciplina tradicional. Que el alumno que repitió porque se llevó tres materias no repita las once materias. Si no que recurse las que no aprobó y siga adelante con el resto. Porque es muy frustrante para el alumno recursar lo que ya aprobó. Esta modalidad ya se aplica en la Ciudad en las escuelas de reingreso", sostiene García Tuñón.

Para Susana Colli, profesora de Historia y secretaria pedagógica del gremio Ademys, el trabajo del Gobierno porteño fue "sumamente desprolijo, tomando en cuenta solamente los reclamos de las escuelas privadas y desoyendo las demandas de los docentes de la escuela pública". Según Colli, en las denominadas "escuelas pioneras", prácticamente "se impuso", porque les prometieron "mejoras edilicias que fueron incumplidas".

Otra cuestión por resolver, a criterio de los docentes, tiene que ver con la preparación pedagógica de los educadores, que se mantiene vigente a pesar de los abruptos cambios sociales de los últimos años: "La formación de los profesorados sigue siendo la misma para una escuela que es distinta, los alumnos son distintos, y los usos de las nuevas tecnologías no están bien aprovechados", dijo Colli.

Infobae consultó a voceros del Ministerio de Educación, quienes, sin ahondar en los puntos polémicos, desestimaron los reclamos de las docentes y remarcaron que la gestión macrista "defiende la escuela pública con hechos". "Desde 2007 a la fecha, logramos que nuestros docentes hayan revalorizado su salario en un 600%, reforzamos los equipos de apoyo y brindamos capacitaciones obligatorias para todos. Además, realizamos una inversión récord en infraestructura de más de 3 mil millones de pesos, que permitió arreglar los edificios escolares, construir más de 50 nuevas escuelas y crear más de 10.000 nuevas vacantes. Incorporamos el idioma inglés desde primer grado y entregamos una computadora a cada alumno y a cada docente de primaria, con internet gratis en toda la ciudad", señalaron.

En relación a la aplicación de las nuevas tecnologías en los colegios, la representante de Ademys señaló que en las escuelas de Capital Federal hay "una puja muy grande" por el cruce del programa Conectar Igualdad, que aplica Nación, y el Plan Integral de Educación Digital, dependiente de la Ciudad. "Hoy existe la paradoja de que tenés estudiantes de primero y segundo año con dos computadoras, la que le dio Mauricio (Macri) en la primaria y la que le dio Cristina (Kirchner) en la secundaria. Es un gasto inútil, no se entiende", manifestó. "Además, se reparten las computadoras, pero no hay red para que puedan ser usadas en serio. Ni hay capacitación para los docentes para que usen las nuevas tecnologías en función de la construcción de conocimiento".

 NA 162
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Otra de las denuncias contra la implementación de la NES tiene que ver con la adjudicación de los cursos de capacitación que dictó el Gobierno, los cuales, asegura Colli, "se subcontrataron con empresas privadas, que no trabajan con la NES y que nada tienen que ver con la escuela pública, como la Universidad Católica Argentina (UCA)". "Tampoco se sabe cuál va a ser el presupuesto asignado, ni qué va a ocurrir con las escuelas de Comercio, que dejan de existir, ni cuál será el destino de los docentes suplentes, que ante esta situación pierden las horas", indicó la profesora. Y en ese sentido remarcó que la reasignación que pretende aplicar el Gobierno "no garantiza la estabilidad laboral".

A pesar de todo, la puesta en vigencia de la Nueva Escuela Secundaria para 2015 es prácticamente un hecho. Ante ello, los docentes evalúan realizar una "acción conjunta" con todos los gremios de Capital, que incluye entre las posibilidades llamar a un paro al inicio del ciclo lectivo. De ser así, aseguran, la medida tendría un alto acatamiento. "Hasta ahora no hemos escuchado ningún sector docente que avale estos cambios", finalizó Colli.