Volvió el River sólido en defensa, falta el equipo que vacuna siempre

En un encuentro horrible, River tuvo el partido bajo control y el empate lo deja mejor parado. La semana que viene, a mantener la actitud y levantar la mira en ofensiva para eliminar a Boca y llegar a la final

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¡Qué bodrio! Si nos sacamos los nervios de encima y contamos las situaciones de gol, queda la imagen de una pelota flotando en la cancha, sin que nadie la baje ni se hagan tres pases seguidos. Así salió el superclásico y si bien a River no le gusta jugar de esta forma, se concentró en no dejar jugar a Boca.

En el primer tiempo empezamos abiertos en defensa, lo cual trajo malos recuerdos de los dos últimos partidos, el último con Estudiantes y el de Olimpo. Pero con el correr de los minutos, se fue afianzando el fondo y el medio empezó a recuperar más pelotas. A partir de ahí, el equipo empezó a afianzarse e intentar jugar. Pero nos faltó llegar con peligro al arco rival.

Esperamos con mucha ansiedad a Teo y Sánchez, y a ambos se los notó cansados, sin el rendimiento –y el despliegue en el caso del uruguayo- que tienen habitualmente. Sin embargo, sus presencias, sobre todo la del colombiano, ayuda a acomodar al equipo. Los defensores rivales contaron con una distracción adicional: lo buscaron todo el partido, para sacar al 'Pistolero'.

La sensación que queda es que después de algunos partidos en los que River no logró jugar el fútbol que le gusta, terminó afianzando la defensa, que venía de ser responsable de la pérdida de puntos en el torneo local. River siempre quiere ganar, pero cuando no se puede, es mejor no perder.

Solari entró muy bien. Le puso otra velocidad al mediocampo, y logró varias llegadas por la derecha. También Boyé jugó unos minutos con mejor despliegue que Gio Simeone. Bajó a pelear y si bien no tuvo peso ofensivo –como pasó en general con ambos equipos-, ayudó a que River tuviera la pelota en posición ofensiva. Hubo unos minutos sobre el final en que logramos arrinconarlos. Faltó generar situaciones claras de gol. Debo reconocer el partido de Ponzio, que tantas veces me generó dudas. Hasta anoche prefería a Rodríguez, aún con su inexperiencia, pero el partido de Ponzio demostró que Gallardo esta vez acertó.

El árbitro no tuvo una labor polémica, porque no hubo jugadas definitorias para discutir, pero no recuerdo que un equipo se hay ido con siete amonestados... ¡Le sacó amarilla a casi todo el equipo! En algunas jugadas de faltas similares los nuestros se llevaron la amonestación que Trucco no le mostró a los rivales...

Hay un gran tema mental sobre el gol de visitante. Sí, claro que hubiera sido excelente para River hacer uno, dos goles aunque el partido terminara en empate. Es mejor que un 0 a 0. Pero los goles de visitantes no valen doble. Es decir, primero se cuentan los puntos. Luego de este empate, si River gana en el Monumental pasará, no importa si lo hace 5 a 4, o 1 a 0. Entonces, hay que concentrarse en ganar, no importa el resultado.

Ahora, a pensar en el domingo, en Racing, no en el jueves. De cómo terminemos ese partido será fundamental cómo lleguemos a definir con Boca. El domingo hay que jugarlo con todo, no reservarse nada, porque en esta etapa no se puede elegir, somos River y hay que ir por los dos torneos. Ojalá el domingo veamos un partido abierto, con ambos jugando su fútbol, y que River pueda recuperar el juego vertical, ofensivo, abrumador que supo mostrar hace unas semanas nomás.