Envigado FC de Colombia y el fantasma de Pablo Escobar Gaviria

El club, que acaba de cumplir sólo 25 años de vida, está en la mira de los EEUU e ingresó en la "Lista Clinton" por supuesto lavado de dinero proveniente de una organización criminal

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Hace unas semanas, en Medellín se celebraron los 25 años del Envigado Fútbol Club. Las autoridades del fútbol colombiano recibieron placas conmemorativas de Juan Pablo Upegui Gallego, socio mayoritario e hijo de Gustavo Adolfo Upegui López, el fundador en octubre de 1989.

Pero no hay nada que celebrar, ya que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluye al equipo en la "Lista Clinton", un organigrama de empresas investigadas. En este caso, el lazo sería con a la 'oficina de Envigado', organización criminal al servicio de la mafia.

Tras 10 años de investigaciones y de recoger testimonios de narcos y paramilitares extraditados, finalmente reunieron la evidencia para asegurar que la entidad fue usada para lavar activos del narcotráfico y que Juan Pablo Upegui y su madre, Margarita Zulay Gallego Orrego, están involucrados.

"Hay evidencia de blanqueo de dinero de la 'Oficina de Envigado' con la compra y venta de jugadores y la boletería", dijo un agente federal.

"Desde los 90, época del cártel de Medellín, ya había información que vinculaba al equipo con la mafia y ahora hay evidencia de actividades de blanqueo de dineros de la 'Oficina', con la compra y venta de jugadores y la boletería", explicó un agente federal.

La investigación comenzó con Gustavo Adolfo Upegui López, fundador del Envigado, que aparece en informes de inteligencia como amigo del narcoterrorista Pablo Escobar y luego aliado del narcoparamilitar Diego Murillo, quien heredó el mando cuando Escobar perdió el poder.

El 3 de julio de 2006, Upegui fue asesinado por un escuadrón de hombres que se hicieron pasar por miembros de la Sijín y lo torturaron hasta matarlo. Un ex paramilitar preso en Estados Unidos dijo que el autor fue Daniel Mejía, ex guarda de tránsito de Envigado y jefe sicarial de la "Oficina".

"Danielito", como se lo conocía, mató a Upegui porque este acumuló mucho poder y aprovechó que no tenía procesos en su contra. Cuando mataron a Upegui, familiares le exigieron a varios medios rectificar la información que los vinculaba con la mafia e insistieron en que fue un empresario de bien.

Con esta acción que los Estados Unidos, su hijo Juan Pablo tuvo que volver a defender el nombre de su padre, de su madre Margarita Gallego y el de club que heredó.

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Pero también deberá defender las empresas de su familia que fueron incluidas en la Lista Clinton. Entre otras, aparecen la discoteca Enfarrados, las Tiendas Margo's y el Centro de Diagnóstico Automotor del Sur.

Además, fueron incluidos el spa Carytes Encanto y Belleza, de Adriana María Ruiz Madrid, señalada gerente financiera de la "Oficina". Así mismo, Colombiana de Biocombustibles S. A., Representaciones Midas y la compraventa de repuestos Garcés y Bedoya, donde figura Gildardo Bedoya, otro supuesto lavador.

Otras personas que quedaron involucradas fueron Edward García Arboleda, capitán retirado de la Policía quien perteneció al grupo especial de Mauricio Santoyo, condenado en Estados Unidos por colaborar con esa estructura armada. Y los hermanos Félix y Nelson Isaza Sánchez, quien es funcionario de la Dirección de Tránsito de ese municipio.

El impacto inmediato, es que el Envigado queda en aprietos en términos financieros. La decisión del Departamento del Tesoro de EEUU le impide al club tener negocio alguno con cualquier empresa, y en caso de hacerlo, dicha firma terminaría también dentro de la lista.

En términos de patrocinio, como le ocurrió al América de Cali cuando pasó a integrar dicha lista, el Envigado también se vería afectado, pues no podrá contar con el respaldo de ninguna compañía y por eso en su uniforme no podrá llevar distintivos de ningún patrocinador.

La relación del fútbol y el narcotráfico en Colombia, comenzó con Pablo Escobar, que invirtió millones y pagaba sueldos altos. Transformó un fútbol prácticamente amateur en un nuevo guerrero a nivel regional. La coronación fue cuando su equipo, Atlético Nacional, ganó la Copa Libertadores de 1989 y fue el primer equipo colombiano campeón a nivel continental.