El Informe de coyuntura de la Industria de Maquinaria Agrícola en la Argentina, elaborado por el Indec, dio cuenta de que "en el tercer trimestre y por primera vez en la historia de la serie, la venta de tractores exhibió un predominio de los productos de fabricación nacional, alcanzando un 74% de la facturación y 82% de las unidades".
Sin embargo, el organismo oficial de estadística omitió decir que la mayor participación de la industria nacional respecto de los importados obedeció a que el cuadro recesivo y la pérdida de competitividad cambiaria, junto al cepo cambiario, provocó al desplazamiento de la demanda hacia las unidades de menor porte y por tanto de limitadas prestaciones frente a las que ofrecen las foráneas.
La sustitución de importaciones fue insuficiente para evitar que se achicara el mercado
Tampoco destaca el Indec que pese a que las ventas de tractores de armado nacional repuntaron 37,3% en comparación con un año antes, no alcanzaron a compensar la drástica caída de 75% de los despachos de importados.
Mientras que en los casos de las cosechadoras y sembradoras, la contracción del mercado interno afectó tanto a los pedidos de unidades nacionales como más aún de las procedentes del resto del mundo.
Sólo se registró en el tercer trimestre un virtual estancamiento en las ventas de implementos para las maquinarias de uso agrícola, donde predomina la oferta de fabricación nacional que creció 6,1%, mientras que la de los equipos foráneos se contrajo 32,5 por ciento.
En el acumulado de los primeros nueve meses de 2014 las ventas de maquinaria de uso agrícola sumó 10.571 unidades, acusando una declinación de 25% en comparación con los despachos de igual período del año anterior.