El martes se iba a debatir la despenalización del aborto en comisiones, pero finalmente no hubo dictamen. A raíz de esto, el debate a favor o en contra de la interrupción de un embarazo se instaló en los análisis políticos de la semana y hasta en la opinión pública.
En diálogo con InfobaeTV, la dirigente del MST-Izquierda Vilma Ripoll contó su postura y analizó la actualidad de la discusión. Su principal argumento para despenalizar el aborto se basó en la cantidad que se practican, las mujeres que mueren y el costo del procedimiento: "El aborto más o menos de calidad vale más de $10 mil. Pensá cuántas mujeres de nuestro país pueden gastar $10 mil en hacerse un aborto", comenzó.
"Mientras cada uno refleja distintas posiciones ideológicas, el aborto se sigue haciendo. Es un problema grave de salud pública porque hoy en día hay 700 mil nacimientos y 500 mil abortos en el país y es la primera causa de muerte materna", explicó.
Asimismo, Ripoll apuntó contra las clínicas privadas que lo practican ilegalmente: "Sacá la cuenta: 600 mil por año, multiplicado por 10 mil. La plata que mueven las clínicas privadas contra las que nadie va y que, por supuesto, son clandestinas y nadie controla la calidad. Las mujeres van ahí y algunas son una carnicería, pero es lo que pueden pagar. Las más baratas son de 2 mil pesos".
Del mismo modo, criticó la falta de educación y argumentó que es la principal causa por la cual se interrumpen embarazos: "Ninguno de nosotros estamos a favor del aborto. Ojalá hubiera educación sexual en las escuelas para tener consciencia de cómo cuidarse y para poder actuar con madurez. Pero no hay, ni en escuelas públicas ni privadas".
"Tampoco hay anticonceptivos para no abortar. Tendría que haber en el sistema público acceso a atención personalizada, a saber qué anticonceptivo es para cada una, a tener un ginecólogo que sepa, que a una la siga y tener confianza", agregó.
En su defensa del aborto, Ripoll sostuvo que hay que igualar los derechos de quienes están a favor y quienes están en contra: "Es un derecho a vivir de un sector importante de mujeres que nadie puede imponernos un dogma para decirnos cuántos hijos tener, cuándo, con quién y cómo darles de comer. El derecho es para todos. A las mujeres que quieran tenerlos, la ley del derecho al aborto no les va a cambiar nada. Ahí tenemos que exigir que el Estado les dé todo. A las mujeres que quieran interrumpir, por la razón intima que cada mujer sabe, también tienen que tener la atención en el hospital, con garantías".
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