"La desmovilización y entrega de armas no existen en la gramática de las FARC"

El guerrillero "Pastor Alape", cercano al máximo jefe terrorista "Timochenko", admitió en una conferencia de prensa desde Cuba que no están dispuestos a desarmar a sus combatientes

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"Conceptos como transición, desmovilización y entrega de armas no existen ni en la gramática del acuerdo de La habana ni mucho menos en el de la guerrilla", aseguró sin vergüenza el "Pastor Alape" (alias de Félix Antonio Muñoz Lascarro) en La habana el último 24 de octubre.

El diálogo de paz colombiano se reiniciaba ese mismo día en Cuba. De hecho, durante esa jornada "Alape" se estrenaba como negociador por parte de la guerrilla colombiana junto con varios altos mandos guerrilleros.

Es que además de este cercano colaborador del máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", también están en La Habana "Isaías Trujillo", "Pacho Chino", "Walter Mendoza" y "Rubín Morro", todos miembros del Estado Mayor Central de la guerrilla y el histórico líder Henry Castellanos, alias "Romaña", comandante del Bloque Oriental de las FARC.

El jefe negociador y número dos de las FARC, "Iván Márquez" (alias de Luciano Marín Arango), explicó que estos insurgentes conforman el "comando guerrillero para la normalización", como las FARC han denominado al grupo que se encargará de preparar sus propuestas con vistas a las discusiones preliminares sobre el tema del fin del conflicto.

Esa responsabilidad recaerá en una subcomisión técnica, que fue acordada en agosto y que integrarán 10 representantes del Gobierno y de las FARC y cuyo trabajo se espera comience oficialmente antes de que termine el año. Las conversaciones preliminares de la subcomisión discurrirán en paralelo a la actual negociación sobre las víctimas, cuarto punto que debate la mesa tras alcanzar preacuerdos sobre los temas de la tierra, participación política y drogas y narcotráfico.

En su aparición pública, "Alape" refutó "conceptos" como "transición, desmovilización y entrega de armas" y dijo que no existen ni en el acuerdo general del proceso ni el lenguaje de la guerrilla. Además, recalcó la importancia que las FARC conceden a la discusión en torno al tema del paramilitarismo, sobre cuyo "desmantelamiento total" depende el "éxito del postacuerdo".

El nuevo "comando" de los insurgentes debe comenzar a trabajar en cuanto sus integrantes se adapten durante este ciclo al tránsito de la selva a La Habana, según fuentes cercanas al proceso.

Por lo pronto, la mesa continuará la discusión sobre las víctimas del conflicto, abierta en agosto, y el próximo 2 de noviembre recibirá a la cuarta delegación de víctimas que comparecerá en La Habana.