Economistas observan que la Argentina transita con contrapuntos internos y externos

Luis Secco, columnista de InfobaeTV, destacó que "la Argentina sigue mostrando un divorcio entre lo que ocurre en los mercados financieros internacionales y locales y lo que sucede en el día a día en la economía real, lo que ocurre con las expectativas políticas locales y lo que pasa en el mundo".

En diálogo con Pablo Wende, el economista resaltó que en el caso particular del ciclo de precios de las materias primas, que atraviesan ahora por una etapa bajista, tanto el petróleo, que genera doble impacto: "uno negativo para YPF y otro positivo para el país porque es un importador neto", como de la soja: "afecta el ingreso de divisas por exportaciones" Secco estimó que "cabe esperar meses con un golpe negativo en los términos del intercambio", esto es entre los precios de las exportaciones y de las importaciones, lo cual genera " un impacto en la balanza comercial, lo cual genera a su vez presiones sobre las expectativas sobre la duda más importante que tenemos los argentinos para el año próximo que es cuántos dólares vamos a tener".

Luis Secco: "La duda más importante que tenemos los argentinos es cuántos dólares vamos a tener en 2015"

Y más allá de la comunicación que pudiera haber entre el mercado internacional y el local, Luis Secco dijo que "las regulaciones de las operaciones para controlar el ritmo del mercado cambiario con la intervención telefónica o policíaca y sobre el cepo sobre las importaciones, que es el tema central sobre la macroeconomía,es la falta de disponibilidad de dólares para facilitar el pago y la compra de insumos que no se producen en el país, con las consecuencias dañinas sobre el sector manufacturero, con consecuencias sobre el empleo. El Gobierno lo hace porque no quiere mostrar cuatro o cinco mil millones de dólares menos de reservas en el banco Central".

En esa línea, Bernardo Kosacoff, ex presidente de la CEPAL en la Argentina y actual profesor en la Universidad de Buenos Aires y en la Torcuato Di Tella, dijo en su paso por los estudios de InfobaeTV que "la actividad industrial acusa una caída profunda y generalizada, pero sin llegar a las caídas de los escenarios apocalípticos. No, obstante se observan problemas estructurales que si no se resuelven será muy difícil revertir el proceso, porque es notablemente dependiente de las necesidades de divisas para importaciones. Se calcula que por cada punto de crecimiento del PBI industrial se requieren unos 3.000 millones de dólares, y eso hoy no lo tenemos".

"El problema estructural que tenemos es que la tasa de inversión en el sector manufacturero es muy bajo, como en el resto de la economía y esto ha derivado en que la oferta que tenemos es notablemente limitada. El punto positivo es que hoy se pueden identificar sectores que con inversiones y un horizonte más largo, esto se puede recomponer", sostuvo Kosacoff.

Bernardo Kosacoff consideró que "el escenario sería muy diferente si la Argentina no hubiera interrumpido el proceso de inversión y tuviera 40 millones de toneladas más de cosechas y 20 millones más de cabezas de ganado. Lo mismo ocurre con la situación energética".

Esas restricciones externas, que se potencian por un déficit fiscal creciente y que se financia con emisión del Banco Central, con su consecuente efecto sobre la aceleración de la tasa de inflación, han llevado a un atraso cambiario como fallida ancla de los precios de la economía.

Al respecto, Jorge Sola, Coordinador del Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT que conduce Hugo Moyano, sostuvo en una entrevista de Pablo Wende en InfobaeTV que "el aumento promedio en paritarias en los últimos doce mese a julio estuvo entre dos y cuatro puntos porcentuales por debajo de la inflación. Lo que lo hicieron más temprano acordaron 30% y los más recientes, como la actividad aseguradora 37%, con una inflación que entre septiembre de 2013 y septiembre 2014 fue de 37 por ciento".

Jorge Sola: "En los últimos dos años el aumento de salarios estuvo por debajo de la inflación"

El sindicalista compartió el reclamo de otros gremios de un bono de fin de año, porque "en los últimos dos años el salario ha venido perdiendo terreno en la carrera contra la inflación, por lo que un bono de fin de año de suma fija o una gratificación, constituye una gratificación", fundamentó Sola.