La tormenta tropical "Margit" no impactó de lleno el territorio español, pero igualmente sus coletazos tuvieron consecuencias de magnitud. Uno de los claros ejemplos de esa situación se dio en el estadio de 'Balaídos', donde el Celta de Vigo hace las veces de local. La ciudad gallega, ubicada a 590 km de Madrid y limítrofe con el Río de Vigo, estuvo en vilo por las constantes lluvias y la casa de los "célticos" se llevó la peor parte.
Las inmediaciones y buena parte del campo de juego terminaron totalmente anegadas por la gran cantidad de agua que cayó sobre la ciudad. El equipo que conduce Eduardo Berizzo debió cerrar las puertas del estadio y de la tienda. El plantel que tiene a los argentinos Augusto Fernández, Joaquín Larrivey y Gustavo Cabral en sus filas, debió trasladarse hasta el centro de entrenamiento 'A Madroa' para poder preparar el partido que tendrán el sábado en 'San Mamés' ante el Athletic Bilbao.