Pese a las críticas opositoras, el oficialismo se encamina a aprobar el Presupuesto en Diputados

El proyecto fue calificado por el arco opositor como "ficticio y vacío de contenido", pero el kirchnerismo impondrá su mayoría en la Cámara Baja

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Para el kirchnerista Roberto Feletti, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, es "una absoluta mentira" que el Gobierno "esté incorporando descontroladamente empleo público", y precisó que "la variable del gasto público da como resultado una consistencia absoluta del cambio fiscal". "La inversión pública tiene una absoluta correlación con las necesidades del país y la evolución del presupuesto", subrayó.


"La inversión en infraestructura en la década previa nunca llegó a más de un punto del PBI", señaló Feletti, quien indicó que durante la actual gestión "triplicamos la expansión de la inversión pública y lo hicimos con un modelo productivo". En otro de los puntos de su discurso, resaltó que "la recaudación tributaria se mantiene a tasas de crecimiento aproximada al 30 por ciento anual" y garantizó que "nunca hubo desbordes en la presión tributaria". "Pensar que porque hay desequilibrio fiscal hay inflación y pensar porque se monetiza un déficit es inflacionario es viabilizar el peor de los ajuste", concluyó.


Por su parte, la bonaerense Margarita Stolbizer (GEN) alertó que "estamos ante un Presupuesto ficticio con proyecciones ficticias, y estamos participando de un debate de ficción", que "ahonda la deuda social que tiene con la población". Stolbizer puso como ejemplo que en el área de vivienda, "las previsiones presupuestarias nos hablaron de construir 52.000 viviendas por año y se asignó un presupuesto para esa finalidad; sin embargo en lo concreto fue que el promedio anual de construcción de viviendas ha sido de 20.000 y en el último año 10.000".


También se refirió a "los superpoderes con la ilimitada atribución para que el jefe de Gabinete puede reasignar partidas sin límites y a su antojo, o para cuando se amplía el Presupuesto, tal es el caso que ocurrió con el decreto 1246, que de un plumazo y por decreto aumentó el gasto en 160.000 millones". "Lo que hace agua es el modelo", sentenció, al recordar también que para este año "el Gobierno estimó un 22 por ciento de inflación, un número en el que no cree nadie, y para el año que viene prevé un 15 por ciento".


Por su parte, Néstor Pitrola (Partido Obrero) calificó al Presupuesto 2015 de "dibujo ajustador y devaluacionista" y aseguró que "no dice de dónde sacarán 12 mil millones de dólares para sostener la deuda". "Es muy claro que preparan pagarle a los buitres después de enero, continuando un sobreendeudamiento que ya iniciaron con Repsol, el Club de París y el Ciadi, lo cual agravará la bancarrota fiscal y del Banco Central", sostuvo Pitrola.


"El Presupuesto oculta, con el dólar previsto en 9,45 pesos, un mecanismo de confiscación de salarios y jubilaciones y de todos los ingresos de la población", dijo Pitrola, y denunció que "la montaña de exenciones impositivas a los capitalistas por 141 mil millones, sumados a los subsidios directos e indirectos al capital, nos dan una clase capitalista 'contribuyente negativa' como se la llamó en la Inglaterra de la Thatcher".


Alcira Argumedo (Proyecto Sur) señaló que "si tomamos el Presupuesto 2014 donde estaba previsto un superávit de $ 230 millones pero en realidad hasta la fecha tenemos un déficit de $ 166 mil millones, hay un gasto 200 veces de lo presupuestado".Para Argumedo, "otro elemento indignante es que los gastos relativos reales más fuertes son nuevamente el pago de los intereses y servicios de la deuda". Y concluyó que la ley de leyes tendría que haber sido un disparador para "un debate acerca de qué proyecto de país queremos ante un escenario de crisis que afecta principalmente a nuestros jóvenes".


Felipe Solá (Frente Renovador) sostuvo que el Presupuesto es "falso", "invotable", "tiene premisas falsas", y se quejó porque el proyecto no contempla una "plan antiinflacionario", frente a lo cual reclamó un programa "anunciado", con "metas" que involucren a distintos actores sociales y con un "cronograma" claro."Ahora hay emergencia económica y por la forma en que la manejan, la profundizan", afirmó. El bonaerense también señaló que en 2015 "va a haber un aumento del gasto muy por encima de lo que dicen, porque es un año electoral". "Los gastos van a superar los ingresos", vaticinó.


Para Martín Lousteau (Suma+ UNEN), el Presupuesto 2015 "tiene supuestos totalmente alejados de la realidad". "Hay ocho puntos entre lo que el Gobierno pensó que iba a ocurrir y lo que realmente nos pasó a los argentinos", advirtió y explicó que el kirchnerismo subestimó el crecimiento de la economía para reasignar los recursos a su gusto. "El Estado no sabe adónde va, solo sabe gastar y recaudar, y tampoco hay mercado", concluyó.


Federico Sturzenegger (Unión PRO) calificó el proyecto de gastos y recursos del Estado como "vacío de contenido" y "letra muerta" porque "todo lo definido, mañana el jefe de Gabinete lo borra". "El impuesto inflacionario es el impuesto que más recauda: el 3,5% del PBI que lo pagan los más pobres", explicó, y llamó a recuperar el rol del Congreso en el Presupuesto: terminar con las facultades delegadas y crear una Oficina de Presupuesto que siga la ejecución de las partidas.


Patricia De Ferrari (UCR) dijo que el proyecto "es un insulto a la inteligencia, a los que trabajamos, a los que producimos, a los que nos esforzamos todos los días para tener un país mejor, un mejor lugar donde vivir y ver crecer a nuestros hijos"."Resulta llamativo que no haya diagnóstico en él. Ningún programa, plan o gasto tiene diagnóstico, justificación racional o al menos alguna explicación de su necesidad. Lo que confirma que se gasta mal y que se crean planes o programas para los amigos, para armar cargos para los militantes, en síntesis, para premiar y castigar", afirmó.


Carlos Brown (Bloque Fe) interrogó: "¿Cómo podemos creer en un presupuesto que se basa en estos datos -aumento del PIB del 2,8% e inflación alrededor del 15,6%-, cuando el año pasado estimaron cifras con un grado de falsedad que hoy ellos mismos contradicen?". El proyecto "replica los errores de los anteriores, manteniendo los superpoderes del Jefe de Gabinete para reasignar partidas discrecionalmente, como en el caso de la financiación sin tope del déficit de Aerolíneas Argentinas -en los últimos años, se estiman 2 millones de dólares por día-; el caso de Fútbol para Todos, que ya ha recibido 7.761 millones de pesos en sus seis años de existencia; o el 'cheque en blanco' para la

política de subsidios energéticos, que al financiar a las empresas desperdicia gran parte de estos recursos", sostuvo.


Alicia Ciciliani (Partido Socialista) pidió "devolver el 21% del IVA a las tarjetas del débito" de "los sectores beneficiados con las políticas de transferencia de ingreso" del kirchnerismo. No obstante, consideró que se debe mantener el IVA a la canasta básica, al señalar que el beneficio no llegaría a los consumidores y "desfinanciaría" al Estado. "El nivel de gasto nos parece importante y estamos dispuestos a mantenerlo", dijo, pero advirtió que "no se ve ese nivel en las escuelas y hospitales" públicos.


Carlos Heller (Nuevo Encuentro) sostuvo que "no es la emisión monetaria" la que "genera inflación en la Argentina", sino "la concentración económica y los formadores de precios". "El Presupuesto es un plan de trabajo que maneja posibles escenarios. No es de ninguna manera un vaticinio de variables", aclaró.


Claudio Lozano (Unidad Popular) sostuvo que el presupuesto "es un simulacro": "Promueve la devaluación, expande las necesidades de divisas y tensiona el mercado cambiario. Deprime el consumo popular. Y no por la emisión (monetaria), sino por el ajuste de divisas, impacta en la inflación".


Darío Giustozzi (Frente Renovador) dijo que "este presupuesto, claramente, además de ser inconsistente es un presupuesto que tiene una mala asignación de recursos y es el

presupuesto que refleja la poca preocupación del Gobierno en materia de seguridad y de infraestructura". Giustozzi también cuestionó las cifras destinadas a los programas sociales y se preguntó: "¿Es incremento del gasto social o incremento del clientelismo político? ¿Por qué no se hace por ley y de manera automática, y por qué en este caso son partidas que van a programas de dudoso resultado?".