Una pareja le habló de sexo al papa Francisco en el Vaticano

Ron y Mavis Pirola llevan 55 años de casados y dijeron que el secreto de un matrimonio exitoso radica en la "satisfacción sexual mutua". Un grupo de conservadores calificó el ejemplo de "dañino"

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 AFP 163
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El papa Francisco, cardenales y obispos de todo el mundo, fueron ilustrados inesperadamente sobre el gozo sexual de una pareja católica que llevaron para que les revelase el secreto de un matrimonio duradero.

Ron y Mavis Pirola -padres de cuatro hijos y residentes en Sydney, Australia- dijeron en una reunión de unos 200 prelados en el Vaticano que el secreto radica en la satisfacción sexual mutua. Fue esa atracción la que los juntó hace 57 años y el sexo los ayudó a estar casados desde hace 55 años, según afirmaron.

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La pareja, invitada junto con otras cuatro para hablar el lunes en la reunión a puertas cerradas, dijo a los prelados en una declaración conjunta: "Los detalles que hemos hecho el uno para el otro, los llamados telefónicos y mensajes de amor, el modo en que planeamos nuestro día teniendo en cuenta al otro y las cosas que compartimos han sido manifestaciones expresas de nuestro afán por estar los dos en la intimidad".

"Gradualmente llegamos a comprender que la única característica que distingue nuestra relación sacramental de la de cualquier otra buena relación centrada en Cristo es la intimidad sexual y que el matrimonio es un sacramento sexual con su expresión más plena en el coito".

El público de varones célibes se sorprendió

El público de varones célibes se sorprendió. "Honestamente no es eso de lo que solemos discutir los obispos", dijo a la prensa el martes el cardenal británico Vincent Nichols. "Pero oírlo como la contribución inicial abrió, según creo, un espacio y fue un reconocimiento de que suele ser decisivo para el bienestar del matrimonio".

Francisco convocó la reunión de los obispos de dos semanas para tratar de hacer más relevante para los católicos actuales las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre matrimonio, divorcio, homosexualidad y sexo. El debate continuará en octubre de 2015 y culminará cuando Francisco presente un documento final con las recomendaciones ofrecidas por el sínodo.

Varios de los obispos se quejaron de que las enseñanzas del Vaticano sobre cuestiones sexuales suelen ser impenetrables para la gente ordinaria. El principal documento del Vaticano sobre el sexo, la encíclica de 1968 Humanae Vitae, destaca la oposición de la iglesia a la anticoncepción artificial con complicados argumentos teológicos y 41 notas de pie de página.

Los Pirola dijeron a la reunión que ocasionalmente leen documentos eclesiásticos sobre la familia pero comentaron que "a veces parecen provenir de otro planeta, con un lenguaje difícil y poco relevante para nuestras propias experiencias".

Un vocero de la Santa Sede, el reverendo Tom Rosica, dijo que varios obispos argumentaron que la iglesia necesitaba utilizar "un nuevo lenguaje" para explicar y para atraer.

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Muchos observadores han acreditado a Francisco haber atraído a mucha gente precisamente debido a la simplicidad de su lenguaje, en comparación con los densos tratados teológicos característicos de su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI, que como cardenal fue responsable de redactar muchos de los principales documentos del Vaticano sobre temas candentes, incluso la homosexualidad.

El Vaticano escogió a dedo a los Pirola y otros matrimonios católicos modelo para participar en el sínodo y dar a los obispos una impresión de lo que viven realmente las familias católicas y para sugerir lo que la iglesia puede hacer para ayudarlos. Su intervención reveló la diferencia de un sínodo gracias a la apertura de Francisco.

Los Pirola también hablaron de la reacción de amigos católicos devotos cuando un hijo homosexual quiso invitar a su compañero a una reunión navideña familiar. "Ellos creían plenamente en las enseñanzas de la iglesia y sabían que sus nietos los verían dar la bienvenida al hijo y a su compañero a la familia", contaron. "Su respuesta se resumió en tres palabras: 'Él es nuestro hijo'''.

El cardenal Nichols dijo que los participantes del sínodo los aplaudieron. Por contraste, un grupo de católicos conservadores calificó el ejemplo de los Pirola como "dañino" para la Iglesia.