La vida es bella para San Lorenzo cuando rinde el 'doble 5'

El tándem Mercier-Ortigoza es el termómetro del Campeón de América: cuando se complementa a la perfección y hace jugar al resto, existen mayores posibilidades de ganar. Eso pasó ante un rival flojísimo como Olimpo. ¿El objetivo? Seguir mejorando y recuperar la confianza de varios titulares

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El rendimiento del tándem Mercier-Ortigoza fue un signo vital fundamental para San Lorenzo, que hace un tiempo viene 'peleado' con el fútbol y sufriendo una serie de complicaciones que perjudican la obtención de resultados positivos en el ámbito doméstico. Esa sociedad de la mitad de la cancha es el termómetro del equipo y cuando se complementan a la perfección como esta tarde, se incrementan las chances de sonreír para el Campeón de América.

En un encuentro con poco para destacar, debido a que el "Ciclón" ganó sin lugar a discusiones pero sin avasallar a un flojísimo Olimpo, resulta una auspiciosa novedad el rendimiento del "doble 5". A partir de ellos se gestó la victoria, iniciando los circuitos de ataque ofensivo, haciendo mover la bola de un lado a otro, monopolizando la tenencia y desactivando rápidamente los intentos del rival.

Es cierto que sólo un necio podría embalarse nuevamente tras un triunfo sobre este inferior equipo bahiense, pero todo sirve para trabajar con tranquilidad, corregir las falencias que muestra el equipo en todas sus líneas y alimentar la confianza de varios. Éste último punto acentúa la preocupación de cada simpatizante "azulgrana": esperamos más de Villalba, Barrientos, Verón, Cauteruccio, Blandi, Fontanini, Mas y de otros que no jugaron como Buffarini y Cetto.

Ya de nada sirve lamentarnos por las unidades que quedaron en el camino y que hubieran puesto a San Lorenzo en una posición expectante en el camino al título. Y si bien los resultados siempre dibujan sonrisas y renuevan el entusiasmo, la prioridad del "Ciclón" debe pasar por la evolución futbolística para llegar "armados" a diciembre. Hoy el grupo hizo un partido correcto y dejó en claro que el esquema 4-4-1-1 es más rendidor que el clásico 4-4-2, pero la dupla de centrales y la elaboración arriba reclaman mejorías.

Si Carlo Ancelotti encarga las cintas de San Lorenzo para estudiar a sus posibles y futuros rivales, debemos saber que todavía este nivel no alcanza para quitarle horas de sueño. Falta un extenso camino por recorrer y una larga lista de errores a solucionar, pero las victorias hacen feliz a millones de "cuervos" y se torna imposible disimular la ilusión de haber sido testigos del punto de partida que le imprima la identidad que todos queremos a este equipo en construcción.