En la cima e invictos, esperando el partido que otorga vidas extras

Después del empate frente a Arsenal, otra visita al Sur -esta vez para enfrentar a Lanús- volvió a encontrar a River en desventaja inicial. En las dos veces anteriores –San Lorenzo y el 'Arse'-, el 'Millonario' logró empatar rápidamente. Con el 'Granate' no fue tan simple, porque presionaron –sobre todo en el segundo tiempo- y no le permitieron al equipo salir jugando como el equipo de Gallardo está acostumbrado.

La preocupación por la ausencia de Kranevitter dejó de ser el problema principal, porque Ponzio respondió bien. El funcionamiento del equipo no pudo relucir en estos dos últimos encuentros porque los rivales apostaron a presionar, a jugar duro en todas las líneas y porque el tiempo de descanso de River no era el mismo. En tres días se jugaron dos partidos duros. Y a este plantel corto, tanto movimiento le empieza a hacer mella.

Hay que mirar al River de estos dos últimos encuentros con otro lente. Cuando no puede desplegar el juego lujoso y ofensivo, es bueno que muestre carácter, garra, que no se lo lleven puesto fácilmente. Tal vez al River de los últimos años, un partido como el de ayer se le escapaba. Era perdible. Esta vez no solo no nos ganaron, sino que se estuvo cerca de la victoria. Aunque el empate haya estado acorde con lo visto en los 90 minutos, River tuvo dos pelotas en los travesaños y un mano a mano de 'Teo' que le faltó un poco de pólvora y precisión.

Gallardo no apostó al empate, River siempre buscó ganarlo. La muestra de eso son los cambios: puso a Boyé por un volante, sumó cuatro jugadores en ataque y casi le sale bien.

El domingo viene el Superclásico, y es cierto que llegar de punto es bueno, porque el equipo que viene más abajo no tiene la presión. Y encima, a un River que juega bien al fútbol, que es ofensivo y que avasalla, Boca le supo jugar, allá en los noventa. Pero el 'Súper' es un partido aparte.

En los bancos hay dos DT que lo han jugado. Tenemos que apostar por la identidad histórica de River, y que la actitud y la garra estén presentes. Y, como cada domingo que somos locales, llenar el Monumental, porque nuestro aliento tiene que llegarle a los once nuestros, como así también sentirlo los once rivales. En el torneo pasado la victoria le dio al equipo de Ramón el envión anímico para lograr el título. Esas vidas extras son las que tenemos que aprovechar, cuando se disputan tres torneos con un plantel tan corto. Hay que ganar, como sea, pero si es a lo River, mejor.