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Siete hombres que no alcanzaban los 30 años de edad fueron asesinados durante la noche del jueves en dos puntos de Guerrero, una región del sur de México con altos índices de violencia por el narcotráfico, informaron este viernes las autoridades del departamento.
Cinco de los cadáveres fueron hallados en Arcelia, un pueblo de 32.000 habitantes próximo a Tlatlaya, donde se investiga, además, una denuncia de que militares mexicanos ejecutaron a sangre fría a 21 presuntos delincuentes el pasado junio.
Los cadáveres hallados en esta localidad, situada a 330 km al suroeste de Ciudad de México, corresponden a cinco hombres de entre 20 y 29 años, cuyos cuerpos tenían impactos de bala y señales de tortura, informó a la AFP un agente de policía de Guerrero que pidió el anonimato.
El crimen, ocurrido la madrugada del jueves, habría derivado de un enfrentamiento entre civiles armados.
En tanto, en el turístico puerto de Zihuatanejo, un comando atacó con armas cortas a dos hombres de 21 y 23 años la noche del jueves, según reportó la coordinación regional de la Policía de Guerrero.
Los dos jóvenes convivían con un grupo de amigos en un céntrico barrio cuando fueron asesinados por siete personas, que dejaron sobre los cadáveres mensajes intimidatorios que aludían a cárteles del narcotráfico, aunque hasta el momento no ha sido revelado el contenido de los textos.
Toda la zona de Tierra Caliente se caracteriza por los altos índices delictivos. Los cárteles esconden laboratorios de drogas sintéticas y cultivos de marihuana y amapola que luego trasladan a Estados Unidos. Además, la zona es escenario de constantes enfrentamientos armados entre bandas, asesinatos y hallazgos de fosas clandestinas.
La Secretaría de Defensa anunció, el jueves, el arresto de ocho de los militares que días atrás fueron acusados por el fusilamiento colectivo de 21 presuntos delincuentes. Una supuesta testigo de los hechos reveló que sólo una persona murió en el enfrentamiento y que las otras 21 fueron ejecutadas por los militare a sangre frías, después de haberse rendido.
Con 1.029 homicidios en lo que va del año, Guerrero tiene uno de los índices de asesinatos más altos del país, al registrar 29 casos por cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales.