Racing mejoró, pero es muy prematuro para despedirse de todo

Tuvo que ser victoria ante Newell`s. Se hicieron todos los méritos como para ganar, y hasta de manera holgada. Racing, jugando bien y mostrando un gran compromiso, fue superior a su adversario durante los 90 minutos. Pero... ¿De qué sirve? Recién pasaron ocho fechas, y ya estamos fuera de toda pelea grande

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El partido con Newell`s, sin dudas, dejó para analizar dos situaciones bien distintas. ¿Cuáles? El empate en sí mismo, y las consecuencias que arroja dicha igualdad.

En lo que respecta al partido, sin dudas, Racing mereció quedarse con el triunfo. Fue muy superior a su adversario, y lo consiguió durante los 90 minutos, algo que no es habitual en un fútbol tan parejo como el argentino. El equipo tuvo juego, carácter y actitud. ¿Por qué no lo ganó? Entre la suerte, la falta de eficacia y la nula jerarquía que se tiene en ofensiva, está el 'combo' de explicaciones.

Luego de comenzar rápidamente perdiendo por un grosero error en el sistema táctico defensivo, la "Academia" logró reponerse y comenzó a hacerse dueño del partido. Levantó sus líneas, la presión se hizo bien adelante (en campo contrario), los dos mediocampistas por afuera (Centurión y Acuña) fueron dos delanteros más y Videla se hizo 'capo' del sector medio.

Así, Hauche y Bou no estuvieron solos. Como consecuencia de esa presión bien ofensiva llegó el empate en el primer tiempo. Luego de esto, vino lo mejor de Racing. De ahí hasta el final, la presión se ejerció de gran manera, hubo un mayor circuito de juego y se crearon seis situaciones claras de gol. Para esto fue fundamental Videla, la gran figura del partido, junto a Ustari (esto también habla de la superioridad local). El ex Colón no dejó pensar a Bernardi, el cerebro 'leproso'. Entonces, a partir de esto, Newell`s estuvo perdido y no pudo hacer lo que mejor sabe: manejar la pelota.

Que Newell`s no haya sido Newell`s fue mérito de Racing, que no lo dejó ni pensar ni jugar. Racing tuvo más, y mejor, la pelota que el conjunto rosarino, que casi ni inquietó a Saja.

La "Academia" tuvo chances como para trasladar al resultado la supremacía que se evidenciaba en la cancha. Pero no pasó. Y terminó siendo un empate. Un empate con sabor a poco. Es cierto que faltó suerte (el remate de Hauche en el travesaño, lo demuestra). Pero más cierto es que no hubo eficacia, contundencia. Y esto no se le puede atribuir a la suerte. Esto es una gran falencia de este equipo.

¿Y por qué no es contundente? Por la sencilla razón que, sin Milito, no tiene jerarquía en ofensiva. Acuña no hizo un mal partido, pero insinuó más de lo que concretó, por lo que terminó siendo intrascendente en los metros finales. Centurión fue desequilibrante como siempre y fue lo más peligroso del equipo, pero falló en la decisión final. Hauche mostró su característica voluntad, pero estuvo errático. Y Bou corrió, pivoteó bien e hizo el gol del empate en una clásica definición de '9'; pero en el complemento fue más un estorbo que una ayuda. Entonces, si no se tienen buenos jugadores, se termina pagando.

Este partido con un organizador, con un distinto de mitad hacia adelante, se ganaba. ¿Es tener la bola de cristal? No. Es darse cuenta que este equipo no tiene ese salto de calidad en ofensiva, ese jugador que pueda tanto asistir como definir (en nombres propios: Buonanotte, por ejemplo, a quien Cocca no quiso).

El análisis crudo del partido debe decir que Racing jugó bien, fue muy superior y mereció ganar. Pero... ¡No lo hizo!

Y así, entonces, debe llegar el otro costado de esta realidad. ¿Cuál es? El que marca que, con sólo ocho fechas disputadas, Racing ya se despidió de la pelea por el título y que, hasta diciembre, no tiene objetivos importantes por delante. Este equipo ya perdió el clásico, quedó eliminado de la Copa Argentina y en el torneo local está más cerca de los últimos que de los primeros.

Demasiado poco para un equipo que incorporó lo que quiso y que le dio todos los gustos a su entrenador. ¿Y Cocca? Sus graves errores en la conformación del plantel lo ponen como el principal responsable de este muy mal momento.

Ojalá que Cocca pueda dar vuelta esta situación y utilice su poca capacidad como entrenador para usar este buen partido ante Newell's como un trampolín para, por lo menos, terminar entre los cinco primeros. Si lo consigue, tendrá 'vida' en el club; caso contrario, un ciclo que nunca debió comenzar, se terminará de manera muy rápida. Tan rápido como nos quedamos afuera de todo en el semestre.