EEUU: la NASA encargó "taxis espaciales" a Boeing y Space X para no depender más de Rusia

El jefe de la agencia espacial estadounidense informó que se trata de un contrato de u$s6.800 millones para dos naves privadas que harán traslados a la EEI

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Boeing Co y Space X ganaron un importante contrato de la NASA para desarrollar las dos primeras naves espaciales privadas que llevarán a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI), en lugar de depender de los Soyuz rusos.

Se trata de un contrato potencial de u$s6.800 millones, precisó el jefe de la NASA, Charles Bolden, quien hizo el anuncio este martes en el Centro Espacial Kennedy cerca de Cabo Cañaveral, en Florida.

El contrato adoptó renovada urgencia en los últimos meses, tras la escalada de la tensión con Rusia por la anexión de la región ucraniana de Crimea.


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Bolden explicó que esperan, con este multimillonario contrato, acabar en 2017 con la dependencia de Moscú para volar hasta la EEI y mantener todo ese proceso en manos y tecnología estadounidenses.

"No fue una decisión fácil, pero es la mejor decisión para la NASA y para nuestra nación", agregó Bolden.

La agencia espacial estadounidense ha gastado más de u$s1.400 millones desde 2010 para ayudar a las compañías privadas --entre ellas SpaceX, Boeing y Sierra Nevada, que perdió la licitación este martes--, a desarrollar su propia flota de transbordadores espaciales.

Con el fin del programa de transbordadores de Estados Unidos, que quedaron expuestos en museos después de 30 años de viajes, la balanza estelar se inclinó sobre los Soyuz rusos, que quedaron a cargo de transportar a los astronautas estadounidenses a la EEI a un costo de u$s70 millones por asiento.

"Desde el primer día, el gobierno de Obama ha dejado claro que el país más grande de la Tierra no debería depender de otras naciones para ir al espacio", dijo Bolden. "Hoy hemos dado un paso de gigante que nos acerca a la posibilidad de enviar a nuestros astronautas desde suelo estadounidense en una nave espacial estadounidense", añadió.

Además, "la sociedad entre Boeing y SpaceX promete generar la oportunidad de que más personas experimenten la emoción de hacer vuelos espaciales", dijo Bolden, también un astronauta. Por otra parte, "confiar a la industria privada la responsabilidad de manejar el transporte hacia y desde la órbita terrestre baja, permite a la NASA concentrarse más en un ambicioso vuelo a Marte".

Los primeros vuelos de estas naves privadas deberían tener lugar en 2017. El contrato cubre un total de seis misiones habitadas hacia la EEI para cada una de las dos compañías.


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Las ofertas ganadoras

Boeing es la que ha recibido más fondos de la NASA (620,8 millones, sin incluir el patrocinio de este martes) para ayudar a construir su flota comercial espacial.

Su cápsula con forma de bellota, llamada Crew Space Transportation-100 o CST-100, está diseñada para transportar a siete pasajeros o bien una combinación de tripulantes y de carga a la EEI, la estación que orbita el planeta en una órbita baja.

La cápsula metálica puede ser reutilizada hasta 10 veces y tiene acceso a internet Wi-Fi y tecnología para que la tripulación pueda interactuar con el equipo de control.

En tanto, la compañía con sede en California SpaceX ya había recibido u$s554,5 millones para desarrollar su vehículo tripulado, basado en su cápsula de carga Dragon que actualmente está en uso y que en 2010 se convirtió en la primera nave privada (no tripulada) en ejecutar una misión de reabastecimiento a la EEI.

SpaceX es propiedad del pionero de internet Elon Musk, quien hizo su fortuna como cofundador de PayPal y también es director ejecutivo de la marca de coches eléctricos Tesla Motors.

Con forma de gota y pintada de blanco con acentos azules, la cápsula Dragon V2 está diseñada para aterrizar en cualquier parte de la Tierra --según sus fabricantes-- y puede llevar a hasta siete tripulantes.

Estados Unidos quedó sin una nave espacial de propiedad del gobierno para transporte de carga o tripulación a la estación, luego de que la NASA diera de baja al programa de transbordadores espaciales en 2011. Desde entonces, depende de los Soyuz rusos para viajar a la EEI.