"A Kevin le van a poner una pulsera para que no pueda salir del hotel"

Sergio Hoistacher, el padre del joven que detuvieron en Rusia por portar marihuana, advirtió "que todavía no terminó" el proceso judicial. "Quieren meterlo adentro. Si tengo que hablar con la Presidenta lo voy a hacer", afirmó

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La pesadilla que enfrenta Kevin Hoistacher en Rusia lejos está de haber terminado. El joven argentino, que fue liberado luego de estar dos meses preso por portar un cigarrillo de marihuana, ahora tendrá que soportar el control total de sus movimientos por parte de las autoridades rusas. Ya no podrá salir del establecimiento en el que se aloja, hasta que se expida la justicia.


"El lunes le van a poner una pulsera para que no pueda salir del hotel", comentó su padre, Sergio Hoistacher, quien viajó a Rusia para acompañar a su hijo en el el díficil momento que atraviesa.


"Nos encontramos en una situación que todavía no terminó, por más que Kevin esté afuera de la cárcel. Acá son muy duros con la ley, por tener un gramo de marihuana lo quieren meter de vuelta adentro", agregó el hombre, cuya voz denota los nervios que le genera el proceso judicial.


"Este tema nos tiene cansados. Pero lo bueno es que está con nosotros, disfrutando, él no nació para estar en la cárcel , es un tipo de bien", afirmó esta mañana, en diálogo con FM Rock and Pop.


Sergio Hoistacher pidió al gobierno nacional ayuda para resolver y destrabar el caso de Kevin. "Tenemos que hablar con la gente del Gobierno para que nos dé una mano. Si tengo que hablar con la Presidenta, lo voy a hacer", concluyó.


Hoistacher, de 24 años, fue detenido el 22 de julio en la ciudad de Vyborgla, en la frontera entre ese país y Finlandia, adonde volvía luego de dejar a un amigo en el aeropuerto de San Petersburgo. El joven traía en una caja de cigarrillos dos hojas de marihuana, que no pesan más de medio gramo.


Sin embargo, los perros detectaron la droga, por lo que el chico fue detenido y terminó en una cárcel, incomunicado, sin derecho a comer ni bañarse todos los días y con la posibilidad real de recibir una condena de 3 a 7 años por tráfico de estupefacientes.