Después de 13 años, EEUU estaría dispuesto a comprar carne argentina

El gobierno norteamericano hizo una propuesta para poner fin al cierre de las importaciones del producto. La decisión estará sometida a consultas por un lapso de 60 días. Ambos países litigan en la OMC

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Reuters
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Si todo marcha bien, se abrirá una nueva etapa comercial entre Argentina y los Estados Unidos. Los trece años que el país norteamericano pasó sin dejar ingresar carnes locales a sus fronteras estaría llegando a su fin, luego de que la administración de Barack Obama resolvió reanudar las conversaciones para que vuelva a entrar el emblemático alimento argentino. Esa postura, sin embargo, estará sujeta a una ronda de consultas de su propia población, que se extenderá por 60 días.

El pasado jueves 28 de agosto, el servicio de Inspección y Sanidad de Animales y Plantas (APHIS) emitió dos dictámenes favorables a la Argentina, en los que reconoce el territorio de la Patagonia como "región libre de fiebre aftosa sin vacunación". Eso permitiría que los ganaderos de la zona puedan exportar casi de manera automática.

Lo cierto es que en esas latitudes del sur el volumen de la actividad bovina es significativamente menor. En otras palabras, el negocio a desarrollar tampoco sería muy significativo.

Ahora bien, hubo una resolución de mayor importancia para los intereses exportadores, y refiere al organismo técnico del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), que aprobó los análisis de riesgo efectuados en la zona Norte de la Argentina, donde se concentra el grueso de la oferta de ganado, publicó hoy el diario Clarín.

De acuerdo a lo que establecen las reglamentaciones norteamericanas, se inició un período de consultas a la opinión pública que evaluará esta nueva "apertura", y que estará vigente hasta el 28 de octubre. El gobierno argentino tendrá que sortear durante ese tiempo los cuestionamientos de los duros lobbies estadounidenses, como los establecimientos ganaderos. Incluso los propios fondos buitre, que echan a mano a cualquier estrategia para ganarle la pulseada a Cristina Kirchner y condicionar el pago de la deuda externa en default, luego de que el juez Thomas Griesa ordenó pagar al país u$s1.330 millones más punitorios.

En esa puja tendrá también su propio peso la denuncia formal que presentó Argentina en 2012 contra los Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), por obstaculizar el libre comercio. La presentación podría quedar ahora desactivada si así lo decidiera la administración kirchnerista, ante el presunto giro en la política comercial de Obama.

La pose aperturista de los Estados Unidos llega en un momento propicio. En las últimas semanas, el gobierno nacional volvió a enfrentar los

vaivenes del mercado cambiario

, con la cotización del dólar libre en progresiva suba. La incertidumbre con el tipo de cambio alienta la especulación contra el peso, en un contexto donde el Ejecutivo necesita más que nunca sostener a niveles normales

las reservas

del Banco Central.


De sortear la instancia de consulta, a los productores argentinos se les abriría una nueva oportunidad de hacer negocios en uno de los mercados que mejor pagan la carne. Aunque los cortes que viajarían son los que no tienen hueso, ya que el riesgo de que se contraiga la fiebre aftosa es nulo.