Los últimos reportajes de Steven Sotloff

El periodista ejecutado por el Estado Islámico había cubierto varios conflictos en Medio Oriente, incluyendo el derrocamiento de Mohamed Mursi en Egipto y la guerra civil siria

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Steven Sotloff, un periodista freelance estadounidense de 31 años, se convirtió en el último rehén en ser decapitado por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), y su brutal muerte fue expuesta ante el mundo.

"Steven viajó a Medio Oriente para cubrir el sufrimiento de musulmanes a manos de tiranos. Es un hijo, hermano y nieto leal y generoso. Es un hombre honorable y siempre ha tratado de ayudar al débil", describió su madre en un video al líder del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, en el que pedía su liberación.

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Sotloff, un especialista en temas relacionados con Medio Oriente, había sido secuestrado por la organización en el norte de Siria en agosto de 2013 mientras reportaba la guerra civil en la que está sumido el país. Se dedicó particularmente a las historias de las personas afectadas por el conflicto.

"Viajó a Medio Oriente para cubrir el sufrimiento de musulmanes a manos de tiranos"

En su último artículo, publicado en julio de 2013, describió una manifestación de los Hermanos Musulmanes en Egipto tras el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi. "A medida que miraba más de cerca a un mar de egipcios que Moises habría tenido dificultad para separar, el cabello de un hombre me llamó la atención. Un cruce entre los rizos de Don King y las ondas de Julius Erving me atrajo como el canto de una sirena", escribió.


 EFE 163
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Meses antes, había estado en Siria, considerado uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas, cubriendo el conflicto para medios como National Interest, Time y Foreign Policy. En una ocasión, incluso visitó un campo de refugiados cercano a la frontera de Turquía y detalló las precarias condiciones de vida del lugar.

"Los coordinadores del campamento, empleados por la fundación sirio-estadounidense Maram, de Houston, Texas, hacen lo poco que pueden. Pero por falta de personal y fondos, lo máximo que pueden ofrecer son palabras de aliento y la esperanza de que el cargamento de apoyo del día siguiente alivie el sufrimiento de los 13 mil residentes del campamento", escribió en un artículo titulado "Purgatorio Sirio".